Porque AMLO hizo una campaña muy diferente en 2018, respecto a 2006 y 2012
La tercera fue la vencida y Andrés Manuel López Obrador será el próximo presidente de México. Tras más de 12 años en campaña, el político tabasqueño que ha formado parte de la oposición nacional por tres décadas será el nuevo titular del Ejecutivo para el sexenio 2018-2024.
Según los resultados de las encuestas de salida, el tabasqueño tiene una preferencia del 49%.
AMLO siempre fue una aplanadora en las encuestas, pues el morenista, incluso, amplió sus preferencias entre el inicio de la campaña y días antes de la elección.
Esto fue lo que hizo la diferencia este 2018, para que el originario de Macuspana, Tabasco, por fin, ganará una elección presidencial, tras sus descalabros de 2006 y 2012.
LA COALICIÓN
Para empezar, López Obrador ya contó con su propio partido político, Morena, para postularse por tercera vez a la Presidencia. Y decidió hacer equipo con un viejo aliado, el Partido del Trabajo (PT), que formó parte de sus coaliciones en sus dos campañas anteriores, y con uno nuevo, el Partido Encuentro Social (PES), lo que le valió críticas por las posturas conservadoras de ese instituto político, pero le sumó el respaldo de su estructura nacional. Esas tres fuerzas formaron este 2018 la victoriosa coalición Juntos Haremos Historia.
Además, AMLO propuso desde diciembre de 2017 al que sería su gabinete, integrado por ocho mujeres y ocho hombres.
Para llegar a la Presidencia, AMLO dejó al Partido de la Revolución Democrática (PRD), del cual fue fundador, líder nacional y por el que se postuló para el cargo de jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Tras su derrota de 2006, AMLO tuvo diferencias con las dirigencias del Sol Azteca y, posteriormente, con su segunda derrota, en 2012, decidió renunciar a ese partido para construir uno propio, del cual fue líder nacional y su primer candidato presidencial.
LOS OUTSIDERS
Las figuras clave de la campaña de AMLO de este 2018 no fueron viejos aliados políticos, sino prácticamente outsiders del entorno político del tabasqueño.
Contrario a lo que ocurrió en la campaña de 2012, la esposa del tabasqueño, Beatriz Gutiérrez Müller se convirtió en una figura protagónica este 2018.
La escritora y académica apareció en mítines y eventos de AMLO y, también, llegó a tomar la palabra en ellos. La figura de Beatriz llegó a tener tanto peso que incluso dio entrevistas en solitario a los medios y se consolidó en la agenda mediática y de las redes sociales de 2018.
Para coordinadar su tercera campaña, AMLO eligió a Tatiana Clouthier, una outsider total, hasta entonces, de las fuerzas políticas ligadas al tabasqueño. Clouthier es hija de Manuel Clouthier del Rincón, difunto excandidato presidencial del PAN en 1988, hermana de otros políticos del clan Clouthier que participan en política, pero como independientes o con las siglas de Acción Nacional.
En poco tiempo, Tatiana Clouthier se convirtió en una de las figuras más importantes de la campaña de AMLO, no solo por operarla, sino también porque se convirtió en la mano detrás de la exitosa estrategia que le permitió al candidato morenista tener mayor presencia y, sobre todo, influencia, en las redes sociales.
Además, la tía Tatiana se convirtió en una voz fresca, innovadora y, algunas veces, crítica con Morena, algo que le permitió tender puentes con la sociedad que tenía dudas o desconfianza en torno a AMLO.
La tercera figura outsider clave para el triunfo de AMLO fue el empresario de origen regiomontano Alfonso Romo, quien lo apoyó desde 2011. Mientras que Andrés Manuel se dedicaba a recorrer los municipios del país tras su segunda derrota por la Presidencia, Poncho se dedicaba a hacer campaña a favor del tabasqueño, pero en los pasillos del poder empresarial.
Fue tal la influencia de Romo que será jefe de la Oficina de la Presidencia de López Obrador.
NUEVA RELACIÓN CON EMPRESARIOS
Mientras que en 2006 un sector de la iniciativa privada financió una campaña de desprestigio contra AMLO, este 2018 ocurrió lo que llegó a parecer imposible: que los empresarios se sentarán a dialogar con el tabasqueño.
Fue así que el candidato de Morena acudió a diversos foros empresariales y patronales y se reunió con el Consejo Mexicano de Negocios, que aglutina a los mayores magnates del país.
En su primer intento por llegar a la Presidencia, López Obrador solía arremeter contra los empresarios, a quienes incluía en su discurso de la mafia del poder que había saqueado a México. Durante su tercera campaña, el discurso de AMLO fue modificado; señaló que la iniciativa privada "honesta" genera empleo y bienestar y que, en cambio, solo son una "minoría rapaz" los empresarios que hacen daño al país.
LOS APOYOS POLÉMICOS
¿Te hubieras imaginado que dos panistas que orquestaron la campaña contra AMLO de 2006 terminarían en Morena? Así sucedió con Germán Martínez, exlíder del PAN y exmiembro del gabinete de Calderón, quien ahora es candidato morenista al Senado, y también con Manuel Espino, otro exlíder nacional panista, que en 2012 apoyó a Peña Nieto, y cuya organización de corte evangélico ahora respalda a Morena. Espino se convirtió en coordinador de Morena con organizaciones no gubernamentales.
Quizá no lo recuerdes, pero en 2005 AMLO estuvo a punto de pisar la cárcel, porque la Procuraduría General de la República (PGR) pidió su desafuero por presuntamente desacatar una orden judicial. Finalmente, el tabasqueño no fue arrestado, porque la entonces panista Gabriela Cuevas pagó su fianza. ¿Y qué crees? Este 2018 Cuevas ya es candidata de Morena a la Cámara de Diputados.
Otro candidato polémico de Morena para el Senado es el líder minero Napoléon Gómez Urrutia, quien es acusado de haber desviado 50 millones de dólares de los mineros. Aunque la candidatura de Napito fue impugnada, después el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la avaló.
De igual manera, la candidatura al Senado de Nestora Salgado, una exlíder de un grupo de autodefensa, causó críticas a AMLO, pues la guerrerense enfrentó procesos judiciales por presunto secuestro.
Y, aunque no es candidato de Morena, René Fujiwara, un nieto de Elba Esther Gordillo --la exlideresa magisterial que se encuentra en arresto domiciliario-- fue uno más de los que se sumaron a López Obrador. Fujiwara apareció en algunos mítines de campaña y expresó su apoyo a AMLO, algo que levantó críticas al morenista.
MARCANDO AGENDA
Aún antes de iniciar las campañas, AMLO puso sobre la mesa los temas que, prácticamente, ocuparon la agenda de los últimos tres meses: su propuesta de analizar una amnistía para algunos miembros de la delincuencia organizada, con tal de pacificar al país; analizar la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), debido a que,en su opinión, hubo corrupción en la asignación de contratos de las obras y porque se pueden ahorrar decenas de millones de pesos.
Otros temas comentados y criticados en la campaña, fueron su postura de echar para atrás la reforma educativa, impulsada en el gobierno de Peña Nieto, y también quitar la pensión que reciben los expresidentes.
Pese a las críticas de sus adversarios, AMLO logró evitar la caída en las encuestas, incluso tras los tres debates presidenciales.
IMPARABLE
En 2006, AMLO comenzó el año como el puntero de las encuestas presidenciales, pero conforme se acercó la elección su ventaja disminuyó drásticamente. Terminó perdiendo ante el panista Felipe Calderón, por tan solo 0.56% de la votación. En 2012, el tabasqueño no logró acercarse lo suficiente al primer lugar de las encuestas, el priista Enrique Peña Nieto, y volvió a perder, ese año, por una diferencia mayor a 6%.
Este 2018, la historia de AMLO con las encuestas fue totalmente opuesta, pues inició el año como el puntero y su ventaja se incrementó conformé avanzó la campaña presidencial.
De acuerdo con el Trend de Encuestas de Nación321, una herramienta que estima un promedio móvil de todas las mediciones electorales, el último día de campañas (el 27 de junio), López Obrador tenía el 51% de las preferencias electorales.
Así fue como Andrés Manuel López Obrador construyó y ejecutó la candidatura y la campaña que lo han convertido en el próximo presidente de México, haciendo todo diferente respecto a 2006 y 2012.