Porque estas elecciones fueron el simulacro de las de 2018
Las encuestas preelectorales en el Estado de México, Coahuila y Nayarit fueron las de mayor precisión en estimar el voto para gobernador en este 2017.
Ya con los conteos de votos concluidos, la encuesta final de El Financiero en el Estado de México tuvo 1.5 puntos de error promedio y 2 puntos de error en ventaja, superando en precisión a otras 16 encuestas finales dadas a conocer los días previos a la elección en varios medios de comunicación.
En Nayarit, la encuesta preelectoral final de El Financiero registró 1.7 puntos de error promedio y 5 puntos de error en ventaja, también superando en precisión a las otras 4 encuestas finales realizadas por otras organizaciones.
En Coahuila, registró 2.7 puntos de error promedio y 3 puntos de error en ventaja, situándola como la más certera en ese estado, de 11 encuestas finales publicadas al final de las campañas.
La encuesta de BGC publicada en Excélsior tuvo un error promedio ligeramente menor, pero no fue certera en tanto que proyectaba como triunfador al candidato del PAN.
El error promedio se refiere a la desviación de la estimación de la encuesta respecto al porcentaje oficial de votos válidos obtenidos por cada candidato, dividido entre el número de candidatos. Para calcular este error agrupamos en una categoría a los candidatos menores, teniendo un total de 5 "candidatos" en cada estado.
Para hacer comparables los porcentajes de todas las encuestas, tanto entre sí, como con el resultado oficial, se recalcularon en voto efectivo, independientemente de la forma en que fueron publicadas.
Además, se redondearon los porcentajes, dado que el uso de decimales en las publicaciones es innecesario, debido a los margenes de error que conllevan las encuestas.
Por su parte, el error ventaja se refiere a la diferencia en puntos entre la ventaja que hubo entre el primero y segundo lugar en la estimación de las encuestas en relación a la ventaja obtenida en la elección.
En el Estado de México, el desempeño de la encuesta con metodología mixta de El Financiero, mayoritariamente en vivienda con un componente telefónico, arrojó estimaciones de alta precisión.
Por el contrario, las encuestas puramente telefónicas tuvieron errores de estimación considerables, contrastando con hace seis años en el mismo estado, cuando la empresa GCE obtuvo una gran precisión con encuestas puramente telefónicas. Este año esa empresa no publicó datos, y las que sí publicaron con metodología telefónica fallaron.
Las encuestas mixtas que combinaron entrevistas en vivienda y en puntos de afluencia también tuvieron fallas considerables, confirmando por qué la profesión de encuestas dejó de hacer entrevistas en puntos de afluencia hace muchos años.
En su conjunto, las 17 encuestas finales publicadas en el Estado de México tuvieron un error promedio de 3.1 puntos, quedando dentro de los rangos de precisión que las encuestas han registrado en el estado en las últimas tres elecciones: en 1999 el promedio de encuestas arrojó 3.7 puntos de error agregado con 4 encuestas finales, en 2005 se registró un error agregado de 1.9 puntos con 5 encuestas finales y en 2011 un error agregado de 1.8 puntos con 5 encuestas finales.
El notable aumento de encuestas finales en este 2017 (17 encuestas) no mermó la precisión de todas en su conjunto, aunque sí hubo un gran varianza de sus resultados.
Puede decirse que, históricamente, el Estado de México ha sido benigno con la estimación de encuestas preelectorales. Y este año no fue la excepción, a pesar de haber sido la más competida y probablemente más compleja de las cuatro elecciones mencionadas.
ENCUESTAS DE SALIDA
A pesar de la proliferación de encuestas preelectorales en el Estado de México, las encuestas de salida públicas fueron muy escasas en este 2017, y casi ningún medio publicó datos, excepto El Financiero, que dio a conocer sus estimaciones en los tres estados con elección para gobernador, publicando la proyección de los punteros.
En el Estado de México la proyección para Del Mazo (35%) y Delfina Gómez (32%) fue prácticamente el resultado oficial, que redondeado arroja un error de cero. No hubo otras encuestas de salida públicas en torno a esta elección.
En Coahuila, la estimación de la encuesta de salida para Riquelme (40%) y Anaya (38%) estuvo dentro de los margenes de error aceptables, arrojando un error promedio entre ellos de 1.5 puntos. El diario Reforma proyectó una elección cerrada pero no publicó datos.
En Nayarit, la encuesta de salida de El Financiero proyectó como ganador a Echevarría con 41% y el resultado oficial fue de 40%.
Es de destacarse que las encuestas de salida de esta casa editorial proyectaron estos resultados antes de que iniciara el flujo de datos de conteos rápidos y PREP.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
En estas elecciones se vieron ejercicios de recopilación de preferencias a través de nuevas tecnologías. Uno de los más notables es el ejercicio realizado a usuarios de Facebook publicado por SDP Noticias.
Ésta amerita una evaluación aparte por su distinta propuesta metodológica. Lo que se observó es que el ejercicio tuvo resultados mixtos, en algunos casos con precisión y en otros no.
En el Estado de México, la estimación tuvo un error promedio bajo, de 1.3 puntos, pero dio empate literal sin proyectar ningún ganador. Además, fue de los pocos, si no es que el único ejercicio de estimaciones que durante las semanas previas a la elección registró a la candidata de Morena a la baja, contrario a lo que mostraron las encuestas.
En Nayarit y Coahuila, el desempeño del ejercicio de Facebook tuvo mucha menor precisión, arrojando un error promedio de 3.9 puntos en Nayarit, por encima del promedio agregado de encuestas, y de 7.6 puntos en Coahuila, proyectando un ganador equivocado y obteniendo el más alto nivel de error de todas las estimaciones publicadas.
Esta inconsistencia en sus resultados hace necesaria una revaloración de las encuestas vía Facebook en el horizonte de encuestas electorales públicas.
RUMBO A 2018
Después de 2016 se habló mucho de que las encuestas estaban desgastadas y que tenían grandes fallas. Este 2017 muestra que no es el caso y que puede haber buenas estimaciones electorales con base a encuestas.
Ya desatada la medición de preferencias rumbo al 2018, el desempeño en esas recientes elecciones sitúa a las encuestas en una buena plataforma para considerarlas confiables. Y, como en el estado de México, entre más información pública y bien documentada, mejor será la narrativa de la contienda.