Recientemente la tauromaquia regresó a ser un tema de interés nacional, pues en la Ciudad de México permitieron de nuevo las corridas de toros luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) autorizó la reanudación de las corridas de toros en la Monumental Plaza México y luego un juez federal volvió a suspenderlas.
Este hecho causó un debate a favor y en contra, pero la crueldad animal está cada vez más penada en México; sin embargo, sólo cinco estados han prohibido las corridas de toros hasta el momento.
¿Cuáles son? Aquí te contamos.
A pesar de que las corridas de toros son una práctica ancestral, desde 2013 el estado de Sonora prohibió esta práctica, la iniciativa llegó impulsada por 18 mil firmas, pero sin generar polémica, porque en esta entidad no había este tipo de eventos.
Después le siguió Guerrero en julio de 2014, cuando aprobó la Ley de Bienestar Animal, la cual prohíbe las corridas de toros, el uso de animales en los circos y las peleas de perros, además de que no permitiría el uso de caballos en las calandrias que circulan en la Costera de Acapulco.
Coahuila se unió en agosto de 2015, cuando el Congreso del estado avaló la aprobación de la reforma antitaurina, por lo que se convirtió en el tercer estado en prohibir la fiesta brava.
Quintana Roo prohibió las corridas en junio de 2019 tras avalar la Ley de Protección y Bienestar Animal, que prohíbe corridas de toros, peleas de gallos, charlotadas con toros, carreras de caballos y peleas de perros si es el caso.
El último estado en sumarse fue Sinaloa, en enero del 2022, tras ampliar el alcance de la Ley de Bienestar Animal, la Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable y el Código Penal, para incluir la prohibición de las corridas de toros, proteger mejor a los animales silvestres y aumentar las multas hasta 20 mil pesos actos de crueldad animal
En contraste, esta práctica ha sido declarada como bien cultural y material en estados como Aguascalientes, Tlaxcala, Hidalgo y Zacatecas.
Los estados de Aguascalientes, Querétaro, Zacatecas, Colima, Guanajuato, Hidalgo, Nayarit, Tlaxcala y Nuevo León no consideran maltrato animal las corridas de toros.
En 2018 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concluyó que “cualquier práctica que suponga el maltrato y el sufrimiento innecesario de los animales no puede considerarse una expresión cultural amparada por el derecho a la participación en la vida cultural”.
En 2022, la SCJN invalidó el decreto de Nayarit que declaraba las corridas de toros y las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial porque los animales son “merecedores de un trato decente”.
UN POCO DE HISTORIA
Según datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las corridas de toros fue una actividad instaurada por los españoles en sus territorios transatlánticos: aún sin haber lidiadores profesionales, la primera corrida de la Nueva España se celebró en 1529 en lo que hoy es el Zócalo de la Ciudad de México.
Poco después, los regidores de la ciudad ordenaron que todos los años la fiesta de San Hipólito, celebrada el 13 de agosto, se concluyera con una corrida de toros. Dicho evento también se haría recurrente desde 1535 para conmemorar, por tres días, la llegada de un nuevo virrey.
Los primeros toros bravos llegaron a México de la mano de Hernán Cortes, con el primer festejo taurino celebrado el 24 de junio de 1526.
La primera prohibición en el México independiente se remonta a 1867, promulgada por el entonces presidente de México, Benito Juárez.