Porque las elecciones de 2018 será las más caras de nuestra historia
La mayoría de los mexicanos están insatisfechos con la manera en que funciona nuestra democracia, ¿pero qué tantos son? El Pew Research Center elaboró un estudio que señala que el 93% de los encuestados en México dijo estar "no satisfecho" con su sistema político.
Sí, de acuerdo con Pew, solo el 6% de los mexicanos entrevistados está satisfecho con el funcionamiento de nuestra democracia. Seguro tiene algo que ver con esto que nuestro próximo proceso electoral federal tendrá un costo previsto de 25 mil millones de pesos, ¿no crees?
El estudio Globally, broad support fot representative and direct democracy de Pew señala que nuestro hartazgo es tal que estamos 41 puntos arriba de la media global de insatisfacción con la democracia, que es de 52%.
Pero eso no es lo más preocupante: pese a la baja confianza que le tienen sus representados, la democracia mexicana está también... ¡Entre las más caras del mundo!
Cuando hablamos de subsidios directos del Estado a procesos electorales, México se encontraba en los años 90 entre las democracias más generosas, solo detrás de varios países europeos.
De acuerdo con un informe de The Brookings Institution, México destinó subsidios electorales de 3.3 dólares a cada votante, solo entre 1997 y 1990, lo que lo colocaba como el país con elecciones más costosas a nivel latinoamérica.
Los únicos países que superaron a México en su gasto electoral por votante durante esa década fueron Austria (16.5 dólares), Francia (14.9 dólares), Suecia (12.1 dólares) e Israel (11.2 dólares).
Inclusive, en el periodo analizado por los académicos Kevin Casas-Zamora y Daniel Zovatto, la democracia de Estados Unidos otorgó subsidios de 0.2 dólares cada uno de sus electores, por los 3.3 dólares del caso mexicano.
Y esta tendencia está a la alza, porque como te mencionamos, el próximo 2018 se romperá el récord histórico del presupuesto asignado al INE: más de 25 mil millones de dólares.
Como puedes ver, la democracia mexicana está lejos de desquitar todo lo invertido en ella, y prueba de ello es el grado de satisfacción de sus electores.
(Foto: Cuartoscuro)
