Porque en 2018 se estima que el PIB registre un aumento anual entre 2% y 3%.
Además de las elecciones presidenciales del primero de julio, en el último año de gobierno de Enrique Peña Nieto, México tendrá más empleos formales, un fortalecimiento en la demanda y consumo interno, además de que se expandirá el crédito y habrá un aumento de salarios a los trabajadores.
Al menos eso es lo que piensa el presidente mexicano, de acuerdo con una carta que envió el titular del Ejecutivo a la Cámara de Diputados como parte del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2018, presentado este viernes.
En el documento, Peña Nieto estima que se fortalecerá la demanda interna por la creación de empleos formales, la expansión del crédito, un aumento de los salarios y una mejoría paulatina de la confianza de los consumidores y empresas.
"Por tanto también se anticipa un mayor crecimiento de los sectores de la construcción y los servicios menos vinculados con el sector externo (las exportaciones)", escribió el presidente mexicano, basándose en los pronósticos de los principales analistas financieros del mundo y organismos internacionales.
El optimismo del presidente mexicano para 2018 no es gratuito. Peña Nieto estima que se reducirán los riesgos externos en sus últimos meses de gobierno por la recuperación del peso frente al dólar, la estabilidad en el precio internacional del petróleo y específicamente el de la mezcla mexicana, así como la mesura en las políticas estadounidenses.
Estados Unidos tendrá un alto nivel de confianza de los consumidores y una aceleración de la construcción de vivienda y esto tendrá repercusiones positivas en México.
Eso sí, Peña Nieto tiene claro que en su último año de gobierno será fundamental fortalecer las bases para un desarrollo de largo plazo que permita el crecimiento de la economía mexicana y mejore el nivel de vida de los ciudadanos.
"A fin de trazar la ruta para alcanzar un desarrollo de largo plazo es necesario incorporar al proceso de presupuestación los compromisos no sólo de carácter nacional, sino también internacional para promover el desarrollo sostenible", escribió Peña Nieto en su carta.
El presidente de México considera que en 2018 será necesario mantener la estabilidad macroeconómica que ha caracterizado al país en los últimos años.
"La estabilidad es resultado de una administración responsable y que cuenta con los cimientos de una gobernabilidad democrática que ha adquirido madurez para generar los acuerdos para las transformaciones que México necesita con una clara orientación hacia resultados", agregó Peña Nieto, lanzándose unas flores por su sexenio.
Según Peña Nieto, las reformas estructurales (energética, hacendaria, laboral, educativa, telecomunicaciones) detonarán el dinamismo del consumo y la inversión.
Peña Nieto anticipa que las rondas de licitaciones del sector energético continúen atrayendo inversión y que comiencen a contribuir a una mayor producción de petróleo y gas.
¿Qué tanto se incrementará el ingreso de inversión extranjera directa? De 24.2 mil millones de dólares (mmd) en 2017 a 25 mmd en 2018, escribió el presidente mexicano.
"Considerando los factores anteriores y los efectos asociados a las reformas estructurales, se estima que durante 2018 el valor real del Producto Interno Bruto (PIB) de México registre un crecimiento anual de entre 2% y 3%. Para efectos de las estimaciones de finanzas públicas, se plantea utilizar un crecimiento puntual del PIB para 2018 de 2.5%".
PERO...
Claro, no todo es miel sobre hojuelas para México en 2018 y eso lo sabe Peña Nieto, el entorno macroeconómico se encuentra sujeto a riesgos a la baja que podrían modificar las estimaciones positivas.
¿Cuáles son los riesgos?
Que se posponga la renegociación del TLCAN (que ya comenzó sus primeras rondas en semanas anteriores) o bien que se abandone el tratado por parte de alguno de los integrantes (particularmente EU, ya que Donald Trump se ha quejado constantemente de este Tratado).
Según diversos especialistas, si Estados Unidos decide salirse del tratado, el impacto para México sería muy fuerte debido al intercambio comercial entre ambos países.
Otros factores de riesgo para México en el último año de Peña Nieto incluyen un menor dinamismo de la economía de EU, un debilitamiento de la economía mundial y una elevada volatilidad en los mercados financieros internacionales.
Finalmente, una plataforma de producción de petróleo menor a lo prevista y un incremento de las tensiones geopolíticas (Corea del Norte y las elecciones presidenciales de 2018)
¿CÓMO COMBATIR LOS RIESGOS?
Para hacerle frente a estos riesgos, el presidente de México informó que la política de ingresos para 2018 está orientada a proveer certeza para el desarrollo de la actividad económica.
Por lo tanto, Peña Nieto no plantea medidas que representen una mayor carga tributaria para las empresas y familias del país, "con el objetivo de que los hogares y empresas puedan planear adecuadamente sus decisiones económicas, generando así condiciones propicias para incrementar el ahorro y la inversión".
Eso sí, el titular del Ejecutivo advirtió que México enfrenta un proceso de transición demográfica en el que la población adulta en edad de pensionarse crece más rápidamente que el resto de la población.
"Se estima que la población en edad de pensionarse en 2018 será aproximadamente de 9.1 millones de personas y para 2040 la cifra llegará a 19.5 millones, 2.1 veces más. Lo anterior implica mayores gastos en pensiones y salud, que plantean retos de consideración para las finanzas públicas del país", escribió el presidente mexicano.