Porque México sufre el año más violento de su historia
Arturo Gómez Pérez fue atacado cuando se encontraba conviviendo con un grupo de amigos en la pozolería denominada "Casa Vieja" ubicada en la cabecera de Petatlán.
De acuerdo con las autoridades, un sujeto apareció en el restaurante y le disparó al presidente quien recibió al menos dos disparos a corta distancia y aún con vida fue trasladado por paramédicos al hospital regional de Petatlán, donde minutos más tarde perdió la vida.
El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo pronunció, en su cuenta de Twitter, su rechazo y repudio al lamentable crimen.
Exhorto a la @FGEGuerrero a realizar una pronta investigación y esclarecer estos lamentables hechos, detener al o los responsables y someterlos al proceso correspondiente.
— Héctor Astudillo (@HectorAstudillo) 29 de diciembre de 2017
Con la muerte de Gómez Pérez, suman tres los funcionarios asesinados en ese municipio durante la actual administración.
VIOLENCIA EN PETATLÁN
El 5 de julio fue plagiado, torturado y asesinado el que fuera secretario general de ese mismo ayuntamiento, Manuel Rebolledo Pérez, cuyo cuerpo fue abandonado cerca del aeropuerto de Ixtapa Zihuatanejo.
El 16 de noviembre del año pasado fue localizado el cuerpo de Édgar García Cerda, quién se desempeñaba como director de Desarrollo Urbano en esta misma administración.
El cuerpo de García Cerda presentaba huellas de tortura, estaba atado de pies y manos, y presentaba varios impactos de bala en diferentes partes.
Cabe destacar que en febrero del 2009, el dos veces alcalde de Petatlán (una vez por el PRI y otra por el PRD), Francisco Javier Rodríguez Aceves, también fue ejecutado cuando caminaba con su esposa Silvia Cadena, quien resultó ilesa.
En febrero del 2010, elementos de la Policía Federal detuvieron en una carretera de Jalisco al ex alcalde priista de Petatlán, Rogaciano Alba Álvarez, alias El Roga, por fungir como el principal operador del Cártel de Sinaloa y de La Familia Michoacana en la región de la Costa Grande de Guerrero.
Rogaciano Alba Álvarez, también fue investigado por la muerte de la defensora de derechos humanos, Digna Ochoa Plácido, y del campesino ecologista Javier Torres Cruz, en 2008
