Porque es una muestra más de que por la corrupción sí se pueden acabar mandatos presidenciales
Pedro Pablo Kuczynski, presidente de Perú, ofreció su renuncia al Congreso de Perú antes de que se sometiera a votación una solicitud para destituir al mandatario por "incapacidad moral permanente", debido a su supuesta relación con la firma brasileña Odebrecht, mientras fue un funcionario clave del gobierno de Alejandro Toledo, quien gobernó ese país entre 2001 y 2006.
Kuczynski ofreció un mensaje a medios de comunicación y negó que estuviera implicado en actos de corrupción, sin embargo, explicó que decidió dejar su cargo para no entorpecer las investigaciones correspondientes.
Junto a su gabinete, Pedro Pablo Kuczynski -quien asumió la presidencia peruana en julio de 2016- dijo que los ataques en su contra, por parte de la mayoría legislativa de oposición, se presentaron "desde el primer día de gobierno" y eso creó un clima de ingobernabilidad que hizo “enorme daño al país y no permite avanzar".
"He trabajado con total honestidad durante 60 años y la oposición ha intentado de pintarme como si fuera una persona corrupta, además ha conseguido afectar a un grupo de trabajadores honestos e involucrarlos en estos actos"
La presión para que Kuczynski renuncie había crecido luego de que varios de sus aliados fueron grabados presuntamente intentando comprar votos en el Congreso para evitar la destitución del mandatario.
De acuerdo con la ley peruana, el Parlamento debe analizar si acepta o no la renuncia de Kuczynski, quien gobernó menos de dos años. Si la renuncia del mandatario es aceptada, el poder se transferiría al vicepresidente Martín Vizcarra, que se desempeña como embajador de Perú en Canadá.
