Porque esos dos grupos mexicanos están entre los más peligrosos del mundo
El gobierno de Donald Trump anunció nuevas medidas para ir con todo contra dos grupos mexicanos del narcotráfico: el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Entre ellas, la Agencia Antidrogas (DEA) estadounidense incrementó de cinco a 10 millones de dólares la recompensa por Nemesio Oseguera, alias el Mencho, el líder del CJNG.
CAPTURE REWARD INCREASE TO $10 MILLION!! Have you seen El Mencho? @DEALOSANGELES and @StateDept are offering up to $10 million for info leading to the capture of El Mencho. If you know this person use contact info below and speak with an agent from @DEALOSANGELES! #cjng @StateINL pic.twitter.com/fHqZHXaRDq
— DEALosAngeles (@DEALOSANGELES) 16 de octubre de 2018
Este lunes, explicó el fiscal general de ese país, Jeff Sessions, que el Departamento de Justicia de Estados Unidos creó una división especial que combatirá al crimen organizado trasnacional y que, por encargo del presidente Trump, las autoridades de ese país han identificado a cinco grupos top que "amenazan la seguridad y prosperidad de Estados Unidos": los cárteles mexicanos de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación, el cártel colombiano Clan del Golfo, el grupo delictivo salvadoreño MS-13 y el grupo terrorista libanés Hezbollah.
El gobierno estadounidense designó a un subcomité de fuerzas de seguridad que trabajará en específico contra cada una de esas organizaciones, además de que anunció la creación del Grupo de Trabajo contra Crimen Organizado y Narcotráfico. El fiscal Sessions aseguró que, dentro de 90 días, cada subcomité generará propuestas para desmantelar a esas organizaciones del crimen trasnacional.
Aunque Joaquín el Chapo Guzmán se encuentra preso en Estados Unidos y en espera de enfrentar su juicio, el Cártel de Sinaloa continúa operando a través de sus hijos, así como de Ismael el Mayo Zambada, otro de los líderes de esas organización. Por su parte, el CJNG es liderado por Nemesio Oseguera, alias el Mencho, por quien las autoridades mexicanas ofrecen una recompensa de 30 millones de pesos.