Porque los tres son acusados de desfalcar los estados en los que gobernaron
Estas últimas semanas los focos de la política han estado sobre tres personajes: Javier Duarte, Roberto Borge y Guillermo Padrés, acusados de haber desviado recursos durante su administración como gobernadores de Veracruz, Sonora y Quintana Roo, respectivamente.
Javier Duarte, mandatario con licencia de Veracruz, se encuentra prófugo de la justicia desde octubre pasado acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero. Por ello, las autoridades ofrecen 15 millones de pesos a quien dé información que resulte en la captura del expriista... sí, expriista.
Este viernes un hombre fue capturado en Tapachula, Chiapas, con un par de pasaportes falsos: uno con la fotografía de Javier Duarte y otro con la de su esposa, Karime Macías. ¿Le andarán pisando los talones al mandatario que realizó un desvío histórico?
En tanto, la PGR y el PRI también ya pusieron en la mira a Roberto Borge, exgobernador de Quintana Roo.
Este martes fue acusado de rematar reservas del estado a familiares y amigos. Asimismo, el partido tricolor, aseguró que ya se está analizando el caso de Borge en la Comisión de Justicia Partidaria priista, lo que podría derivar en la expulsión del exmandatario, de quien no se sabe desde hace ya varias semanas, pues no estuvo ni siquiera en la toma de protesta de Carlos Joaquín, actual gobernador del estado.
El que de plano no la está pasando nada bien es Guillermo Padrés.
El exgobernador de Sonora, acusado de lavado de dinero, delicuencia organizada y defraudación fiscal, delitos por los cuales se abrieron dos juicios en contra del panista, quien se tras 49 días de estar prófugo se entregó el 10 de noviembre a las autoridades. Actualmente Padrés se encuentra en el Reclusorio Oriente, mientras su hijo, Guillermo Padrés Dagnino, quien también fue detenido por presunto lavado de dinero y delincuencia organizada, está en El Altiplano.