Porque debe rendir cuentas a la justicia
El exgobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa tuvo una semana pésima. Y con razón. Te contamos por qué.
Justo antes de que la Procuraduría General de la República (PGR) ordenara su detención en octubre pasado, Javier Duarte logró huir y así se convirtió en el hombre más buscado de México.
Pero su fuga le duró seis meses y acabó la semana pasada. El viernes 14 de abril de 2017, partió un vuelo privado desde Toluca hacia Guatemala. En él viajaban el concuño, la suegra, la cuñada y los tres hijos de Javier Duarte, además de otros dos familiares de su esposa, Karime Macías. Seguramente el exgobernador quería aprovechar estas vacaciones de Semana Santa de 2017 para volver a reunir a su familia.
Las autoridades mexicanas encontraron irregularidades aduanales en dicho vuelo, que dejaron pasar para ver a dónde se dirigía ese grupo de turistas.
Un día después, en pleno Sábado de Gloria, la justicia -finalmente- le cayó a Javier Duarte. Lo encontró en el lobby del Hotel La Riviera de Atitlán en el municipio de Panajachel, departamento de Sololá, Guatemala.
El expriista llevaba algunos días en un departamento con acceso a una playa privada y además podía usar el gimnasio, las albercas y demás comodidades de un resort de lujo.
Lo que pensaba que sería un idílico fin de semana en la playa con su esposa, hijos y otros familiares, disfrutando de TV por cable y minibar en su recámara, terminó para Javier Duarte con un encierro en una celda de 2.70 por 3.70 metros cuadrados.
De hecho, luego de que fue detenido, ningún familiar, amigo o conocido visitó al exgobernador tras las rejas. Aún así, lo peor estaba por venir.
El pasado miércoles se llevó a cabo una audiencia de Javier Duarte ante la justicia guatemalteca para conocer su situación legal. Obviamente ya lo esperaban decenas de cámaras transmitiendo en vivo. Incluso, el juez ante el que se presentó el exgobernador permitió que los medios estuvieran presentes durante dicha audiencia.
Al exgobernador de Veracruz no le quedó mas que reír.
Lo que no da risa, definitivamente, son todos los delitos por los que la justicia persigue a Duarte. Durante esa primera audiencia, un fiscal guatemalteco leyó en voz alta parte de la averiguación de la PGR en contra del expriista. Básicamente, desde que asumió como gobernador de Veracruz, Duarte comenzó a construir una red de empresas fachada para desviar recursos públicos.
Luego de que el fiscal le recordó a todo el mundo que Duarte, por ejemplo, ordenó a sus amigos y socios crear empresas fantasma para comprar inmuebles, predios y hasta lanchas de lujo, vino el momento clave: Javier Duarte debía decidir si aceptaba el trámite para ser extraditado hacia México, o bien, desafiaba en tribunales dicha decisión.
¿Qué pasó al final? Luego de la irrupción de uno más de los abogados de Javier Duarte, el exgobernador le comunicó a la justicia guatemalteca que esperará hasta que llegue la solicitud formal del gobierno mexicano de extraditarlo para tomar una decisión.
Por si fuera poco, en esta misma semana, Javier Nava, uno de los implicados en la red de desvíos de Javier Duarte, fue detenido por la Interpol y autoridades locales en Barcelona, España, informó la PGR.
La detención de Nava Soria, acusado de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, se da como resultado de la ficha roja girada en contra del detenido a petición de las autoridades mexicanas
Además, aunque Karime Macías, la esposa de Duarte, no tiene una orden de aprehensión en su contra, ya no volvió a México. De acuerdo con las autoridades guatemaltecas, Macías y sus tres hijos salieron del país donde está detenido su esposo con rumbo a, aparentemente, Colombia. Donde sea que esté la exprimera dama veracruzana, la familia Duarte ha perdido su unión y su futuro es incierto.
Quizá no tuviste las vacaciones de Semana Santa más espléndidas ni una semana del todo tranquila. Pero seguro Javier Duarte tuvo una peor que la tuya. Y con razón.
