El fin de semana se realizaba un festival musical conocido como AXE Ceremonia al interior del Parque Bicentenario, en la alcaldía Miguel Hidalgo, cuando una estructura metálica colapsó y causó la muerte de dos fotógrafos.
Miguel Ángel Rojas Hernández, de 26 años, y Citlalli Berenice Giles Rivera, de 28, fallecieron por el fuerte impacto.
Aunque hay una confusión y contradicciones en las versiones que han brindado autoridades de la alcaldía y los organizadores, el evento fue oficialmente cancelado... horas después de lo ocurrido.
Ante la duda surgida en redes sociales de por qué los asistentes no salieron del parque y continuaron las actividades musicales, en Nación321 contactamos a tres jóvenes quienes nos platicaron cómo vivieron el festival el pasado sábado 5 de abril.
Tras lo ocurrido, Llyther Méndez, de 29 años, afirma que en el lugar del incidente “no había peritos, no había policías, ni siquiera se la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), no había nada, era un fesival normal, todos estábamos dentro y decíamos ‘nadie se ha muerto’”.
Incluso, añade que “todos pasábamos por el lugar y había un baño y todos estábamos entrando y saliendo, no había otra cosa”.
Nosotros no vimos nada, y ya cuando salimos del festival vimos la magnitud de todo, la foto de los sellos (que circula en redes sociales sobre la suspensión del evento) los pusieron hasta que la última persona salió, fue muy raro todo, lo ocultaron muy bien”, detalla.
En tanto, Eduardo Romero, de 27 años, revela que, incluso después del colapso de la estructura, los organizadores dejaron pasar más personas.
“Yo legué a las 7:15 y ya había pasado una hora del accidente. No revisé redes sociales, y la mayoría de la gente tampoco lo hizo porque todos íbamos super emocionados, nadie iba en el teléfono, no sabíamos qué había ocurrido”, dice.
El joven abogado relata que “cuando llegamos nos recibieron normal, pasé, yo me percaté del accidente por la estructura caída y resguardada con unas mallas y los policías estaban como si nada”.
Narra que “te podías acercar pero no se veía mucho, solo vi que alzaron una carpa médica pero no tenía gente, yo lo que imaginé fue un accidente mínimo, como si no hubiera pasado nada”.
Además, destaca que la zona donde instalaron las vallas para delimitar el lugar de los hechos “estaba muy oscura, no te decían nada si te acercabas, nadie se podría imaginar lo que pasaba”.
Finalmente, dice, “de haberlo sabido me habría retirado del lugar, pero no nos avisaron nada, el show continuó y ahí están las consecuencias”.
Por su parte, Yael, de 29 años, explica que “el festival se notaba como una organización torpe, desde cómo acomodaron los escenarios”.
Acota que “pusieron en un escenario pequeño a un grupo de coreanos, con muchísima gente que fue a verlos, justo después de su show estaba Charlie XCX (una cantante británica con mucho arrastre), se nos hizo ilógico que pusieran en un escenario a un grupo con muchas niñas y luego una cantante con otro tipo de público, fue raro”.
Indica que “los asistentes no teníamos idea de lo que había pasado, estábamos esperando que empezara un concierto u otro, como que cada quien estaba en lo suyo, nadie tenía información, no teníamos internet”.
Lamenta que “no había ningún protocolo para el cambio de artistas y de público en escenarios”.
Revela que hacia la noche “me llegó tantita señal y me empezaron a llegar mensajes diciéndome “¿estas bien, qué pasó?, van a cancelar el evento porque fallecieron dos personas".
Yael afirma que al interior del Parque Bicentenario, los organizadores “nos negaron la información, jamás nos dijeron que se había cancelado, solo nos dijeron ‘esperen información oficial’ y nada más”.
Finalmente, con tristeza, narra que al salir del evento logró recuperar señal telefónica y fue cuando se informó de lo sucedido. “Me enteré que una de las personas que perdió la vida era una amiga y compañera de la universidad, me empecé a sentir peor, mis amigos me dieron contención, lo peor fue ver la hora a la que había pasado, no teníamos idea de lo que había pasado 4 horas antes”.