Los capitalinos vamos de catástrofe en catástrofe. Y por si nos faltaran calamidades, ahora tenemos el riesgo de padecer años o incluso un siglo de sequía en el Valle de México. Algo que ya ha sucedido en el pasado, pero que ahora puede intensificarse por el cambio climático.
Investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM indicaron que, aunque la sequía que se registra en la actualidad en el país “va de salida”, en los próximos años se agravará la situación debido a los efectos que tendrá el calentamiento global sobre el planeta.
En la conferencia de prensa a distancia “Impacto de la sequía en México”, el investigador Benjamín Martínez López refirió que desde 1870 hasta 2018 se observó el incremento sostenido de las precipitaciones en la Ciudad de México. Estamos en un periodo donde cada vez llueve más; “podrían ser buenas noticias, empero, en un estudio donde se analizaron dos mil años de registros indirectos (provenientes de una caverna) se estableció que ha habido periodos húmedos, pero también de sequías brutales que no duran uno o dos años, como las que hemos padecido, sino décadas e incluso cientos de años”.
Por ello es importante que los expertos unan esfuerzos para determinar si lo que dicen los registros históricos indirectos se puede reproducir con modelos, entender qué pasó y especificar cuándo podría volver a pasar, expuso el universitario, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.
En el Valle de México, alertó, lo preocupante es que podamos pasar de una etapa de lluvias abundantes a un periodo seco que dure decenas de años o más de un siglo, “porque ya ha pasado y existe el riesgo latente de que pueda volver a suceder, y entonces sí estaríamos en problemas fuertes. Yo dedicaría un gran esfuerzo a investigar qué sucedió, entender las causas, y poder simularlo, para hacer predicciones”, reiteró.
En tanto, Christian Domínguez Sarmiento, también integrante del CCA, detalló que la sequía es una deficiencia en la precipitación en un periodo extendido, lo que resulta en una escasez de agua que causa impactos adversos en la vegetación, los animales y las personas; ese fenómeno, por supuesto, puede variar de una región a otra.
Además, los factores humanos como la demanda del líquido y su gestión pueden exacerbar el impacto en una región. “Dependiendo del grado de presión que se tenga sobre los recursos hídricos y el manejo del agua, será la vulnerabilidad y consecuentemente el riesgo de desastre asociado a la sequía”.