Los micros, combis y peseros que se manifestaron para exigir un aumento en la tarifa del transporte enfrentan una crisis desde hace varios años. Unidades viejas y contaminantes, accidentes e inseguridad son algunas de las principales problemáticas.
Durante la protesta, usuarios se pronunciaron en contra de aumentar el costo de los peseros, argumentaban que el servicio que prestan es deficiente; sin embargo, esto contrasta con la inflación, los precios de los combustibles y que desde hace nueve años la tarifa no tiene cambios.
PANORAMA DEL TRANSPORTE CONCESIONADO
En este tipo de trasporte se realiza 67 por ciento de los viajes en de la ciudad y 82 por ciento de la metrópoli, pero de acuerdo con autoridades capitalinas “opera sin planeación formal, cuenta con flota insegura y contaminante que en su mayoría superó su vida útil, lo que se traduce en una calidad baja de servicio”.
Cifras oficiales de la Secretaría de Movilidad indican que en la ciudad hay 132 mil 770 concesiones de taxi y 23 mil 597 de colectivo y se calcula que cada vehículo es operado por dos personas, lo que se traduce en alrededor de 300 mil personas que se dedican de manera directa a brindar servicio de transporte público.
El promedio de viajes realizados por microbuses, autobuses y combis es de 11.54 millones diarios entre lunes y viernes. Esto convierte a micros, combis y autobuses en el principal medio de transporte de los capitalinos. Sin embargo, la mayoría de las unidades registradas por la Semovi presentan fallas eléctricas o mecánicas y tienen más de 15 años de uso.
Durante casi todo el Siglo XX, el transporte público de la Ciudad de México estaba en manos de la Alianza de Camioneros de México, conocida como “El Pulpo Camionero” por tener rutas en toda la capital, sin embargo, había muchas quejas sobre el servicio que prestaban los camiones a los que por sus colores y decoración se les llamaba “delfines” y “ballenas”.
A inicios de los 80 José López Portillo y el entonces regente del Distrito Federal, Carlos Hank González, decidieron poner orden en el transporte público y decretaron la creación de un nuevo organismo: “Autotransportes Urbanos de Pasajeros”, alias la Ruta 100. Su trabajo resultó eficiente, pero con el crecimiento de la mancha urbana, surgieron las combis, para llevar gente a lugares más alejados e incluso de difícil acceso.
En esa misma época se popularizaron las "lanchas" autos que daban servicio de taxi colectivo que cobraban un peso, por lo que después se les llamó "peseros".
A finales de la década, la Ruta 100 empezó a padecer burocracia y corrupción y se fueron a huelga por un aumento salarial, sin embargo, el presidente Carlos Salinas de Gortari y el regente Manuel Camacho Solís, dieron carpetazo al organismo y sustituyeron las combis por pequeños autobuses llamados “microbuses”, que comenzaron a circular en 1987.
Fue así como, oficialmente, las combis y los microbuses de la CDMX se convirtieron en el principal medio de transporte de la Ciudad de México, no importa si ahora han sido sustituidos por camiones o autobuses.
OPERADORES DE TRANSPORTE
En 2019, el Centro para el Fomento de la Educación y la Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México A. C. (Cenfes) realizó un perfil de los operadores de transporte y encontró que hasta ese momento, muchos trabajaban sin seguridad social, con largas jornadas de trabajo, sin actividad física, expuestos a contaminantes y en alto estrés. Además de que enfrentan actitudes violentas, discriminación y problemas económicos.
Más de 90% son hombres y apenas el 23% son dueños de los vehículos que conducen (principalmente taxistas). A esto se suma que 45% de los conductores no realiza actividad física, mientras que 76% duerme alrededor de siete horas y ocho de cada 10 tienen vive con sobrepeso y obesidad e incluso el 59% tiene hipertensión.
El reporte CENFES: Balance, retos y perspectivas a 10 años de su fundación también establece que la mitad de los choferes acostumbra consumir alcohol y 37% fuma entre uno y cinco cigarros al día, mientras que 26% ha estado involucrado en incidentes de tránsito.
La edad de los operadores oscila entre los 30 y 49 años. Sobre su nivel educativo, 8.3% no cuenta con ningún grado, 19.5% acabó la primaria y 42.7% tiene la secundaria. También, 19.9% cursó la preparatoria, 4.8% tiene una carrera profesional, 4.4% carrera técnica e incluso el 0.06% tiene algún posgrado.
INSEGURIDAD
En la CDMX, 9 de cada 10 habitantes dicen sentirse inseguros en el transporte público, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi. Esto implica que el transporte público en general, es el segundo sitio que más miedo produce, tan solo después de los cajeros automáticos.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en la CDMX se registraron 3,338 robos en transporte público colectivo, 3,135 lesiones y 495 homicidios por incidentes de tránsito. En el caso del Estado de México, el SESNSP reportó 8,279 robos, 2,981 lesiones y 592 homicidios en transporte público.
Los objetos más robados en los asaltos a transporte público son celulares, dinero en efectivo, carteras con identificaciones y tarjetas bancarias, relojes, medallas, anillos, aretes, pulseras y mochilas con computadoras, tablets, audífonos y otros dispositivos electrónicos y los horarios en los que hay más riesgo de ser asaltado van de las 06:00 a las 09:00 de la mañana y de las 18:00 a las 21:00 horas.
Cifras de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado de México establecen que hay 15 vías que concentran la mayor cantidad de asaltos en el transporte público.
Las rutas más peligrosas de CDMX a Edomex son: la autopista México-Texcoco, la México-Querétaro. El Boulevard Manuel Ávila Camacho, pasando por Periférico Norte, de Naucalpan a Cuautitlán Izcalli. También la Vía López Portillo y la autopista México-Pachuca entre la Gustavo A. Madero y Ecatepec.
En la lista también está la autopista México-Puebla, particularmente a la altura de Iztapalapa-Los Reyes, La Paz y Chalco; la México-Puebla libre, la avenida Chimalhuacán y la avenida Central.
La México-Tizayuca, la carretera Atizapán-Villa Nicolás Romero, la Vía José María Morelos, la Naucalpan-Toluca, la avenida Gustavo Baz y el Paseo Tollocan, en Toluca.
ACCIDENTES DE TRÁNSITO
El tiempo promedio de traslado de un viaje en microbús, autobús o combi asciende a 1 hora con 5 minutos y son el medio por el que llegan a otras centrales de transporte como el metro o el tren ligero, según el Inegi .
Según el informe de Accidentes de Tránsito Terrestre en Zonas Urbanas y Suburbanas (ATUS), hasta 2021 los autos son el vehículo más involucrado en accidentes con el 61 por ciento, le siguen las camionetas de carga y pasaje, con el 20 por ciento. En tercer lugar están las motocicletas con el 10 por ciento y le siguen los autobuses urbanos, microbuses y trolebuses con el 3 por ciento.
TARIFAS
El gasto en transporte público representa cerca de 8.4% del total del hogar para quienes provienen de la periferia de la ciudad. De cada 100 pesos que ingresan se gastan 8.4 pesos en transporte, según la Semovi. Para quienes se mueven dentro de la ciudad el gasto representa casi la mitad, es decir, el 4.3 por ciento.
Organizaciones de transportistas aseguran que llevan nueve años con el incremento de sólo un peso al cobrar 7 pesos por los traslados por lo que el transporte de la capital es el más barato del país.
En contraparte, en Monterrey o el Estado de México sus compañeros cobran 12 pesos; en Saltillo 13 y en Mexicali 14 pesos. Asimismo, desde 1995 la tarifa aumentó solo 3.50 pesos, mientras el litro de gasolina actualmente oscila entre 22 y 24 pesos.