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Polémicas, logros y sueños: aniversario del Tren Maya

Un año del Tren MayaDesde aspectos ambientales hasta económicos, estas han sido las polémicas del Tren Maya

La idea de conectar los estados del sureste mexicano mediante una red ferroviaria ha estado en la mente de políticos y empresarios. Proyectos como el Tren Transpeninsular, impulsado por el expresidente Enrique Peña Nieto, y otras iniciativas estatales como el Tren Rápido de la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, o el tren eléctrico propuesto por Grupo Aeroportuario de Sureste, quedaron en el olvido.

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Sin embargo, el Tren Maya, anunciado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, emergió como el proyecto más ambicioso de infraestructura en el sureste mexicano en las últimas décadas.

Aunque parecía algo imposible de concretar, durante el pasado sexenio esta magna obra avanzó pese a varias polémicas que lo han acompañado durante toda su historia. Ayer cumplió un año desde que fue inaugurado y aquí en Nación321 tenemos un recuento de todos esos momentos que acompañaron a esta máquina del sur.

EL SUEÑO DE UN TREN PARA EL SURESTE DEL PAÍS

El 13 de agosto de 2018, López Obrador reveló el trazo del Tren Maya, que recorrería mil 500 kilómetros a través de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Dividido en tres grandes secciones: Selva, Golfo y Caribe, el proyecto busca no solo transportar pasajeros, sino también fomentar el desarrollo económico mediante polos de crecimiento en torno a sus 19 estaciones.

La construcción formal comenzó en junio de 2020, con contratos otorgados a empresas nacionales e internacionales. Sin embargo, desde el inicio, el Tren Maya ha sido blanco de críticas y controversias.

POLÉMICAS EN EL CAMINO DE UN TREN PROMETIDO

IMPACTO AMBIENTAL

El trazo del Tren Maya atraviesa ecosistemas delicados y zonas de alta biodiversidad. Organizaciones como Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental han advertido sobre el riesgo para especies como el jaguar, el tapir y diversas aves.

De hecho, hace unos días se viralizó que presuntamente las autoridades de esta obra habían contratado a empresas para eliminar fauna que resultara “peligrosa” para la operación de este sistema, sin embargo, en conferencia lo desmintieron y dijeron que cuidarían a las especies.

Además, la construcción amenaza sistemas hídricos y cavernas subterráneas. A pesar de ello, el gobierno ha prometido medidas de mitigación, como la siembra de árboles y la creación de parques naturales.

En respuesta, el gobierno anunció medidas de mitigación, como la reforestación de áreas afectadas y la creación de pasos de fauna. No obstante, expertos en medio ambiente han cuestionado la eficacia de estas medidas, señalando que podrían no ser suficientes para compensar el daño causado.

Por otro lado, organizaciones ambientalistas y comunidades locales señalaron que el impacto no se limita a la biodiversidad, sino que también afecta los mantos acuíferos y cenotes, esenciales para la región. La construcción podría alterar el flujo de agua subterránea y poner en riesgo los recursos hídricos de las comunidades cercanas.

CONSULTA POPULAR

En diciembre de 2019, una consulta popular respaldó el proyecto con un 92.3% de votos a favor. Sin embargo, la ONU-DH cuestionó el proceso por no cumplir con estándares internacionales, señalando que las comunidades no fueron informadas sobre los posibles impactos negativos.

La consulta popular sobre el Tren Maya se llevó a cabo el 14 y 15 de diciembre de 2019. Fue organizada por el gobierno federal de México a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en cumplimiento con los estándares internacionales sobre el derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas.

AUMENTA LOS COSTOS

El Tren Maya ha experimentado un incremento significativo en su presupuesto desde su concepción inicial. En un principio, se estimó un costo aproximado de 120 mil millones de pesos.

Sin embargo, diversas actualizaciones y cambios en el proyecto han llevado a un aumento considerable, alcanzando cifras cercanas a los 400 mil millones de pesos. Estos incrementos se deben a varios factores, como ajustes en la planeación, cambios en el trazo y mayores exigencias en la protección ambiental y arqueológica.

El repunte en la inversión fue por el mayor gasto en construcción, principalmente por obras del sector público

Otro aspecto que ha influido en los costos es la necesidad de expropiar terrenos adicionales y realizar estudios más detallados del impacto ambiental. Además, la inflación y el encarecimiento de los materiales de construcción durante los últimos años han elevado aún más el presupuesto inicial.

OPNIÓN PÚBLICA Y SOCIAL

El proyecto ha polarizado a la sociedad mexicana. Por un lado, muchos apoyan el Tren Maya debido a las promesas de desarrollo económico, generación de empleos y mejora en la infraestructura de transporte en la región. Se espera que el tren fomente el turismo y conecte comunidades históricamente marginadas, integrándolas al resto del país.

Por otro lado, diversos grupos sociales y activistas han expresado su oposición. Alegan que el proyecto beneficia principalmente a intereses empresariales y turísticos, mientras que las comunidades locales enfrentan despojo de tierras, pérdida de su patrimonio cultural y daños ambientales irreversibles.

El debate público también se ha mantenido vivo por la percepción de que el proyecto es una prioridad política del gobierno actual, lo que ha llevado a una ejecución apresurada y a decisiones controvertidas.

EL TREN MAYA AVANZA

El Tren Maya representa una ambiciosa apuesta por el desarrollo económico y social del sureste mexicano.

En este sexenio se desarrollará el tren de carga de la Ruta Maya

Si bien generó expectativas sobre su impacto positivo en el turismo y la economía local, también ha enfrentado desafíos significativos en términos de costos, impacto ambiental y participación ciudadana.

Con su inauguración y la implementación de estrategias como los paquetes turísticos, o su utilización para el comercio, el proyecto busca consolidarse como un motor de desarrollo para la región.

El domingo 15 de diciembre, la presidenta Claudia Sheinbaum presidió la inauguración del tramo que conecta las estaciones de Escárcega y Chetumal. Este segmento, destacado por su relevancia estratégica, era el último en completarse para lograr la operación integral del circuito, como lo había anticipado Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Esta conexión fortalecerá la comunicación entre dos de las principales ciudades del sureste mexicano y representa el cierre de un extenso periodo de esfuerzo y planificación.

Sheinbaum Pardo destacó que el Tren Maya no solo funcionará como transporte de pasajeros, sino también como tren de carga.

“El Tren Maya, antes de que dejara el gobierno el presidente López Obrador, ya cruza o ya puede hacer el recorrido por todos los estados, se van a recibir más trenes, tiene que funcionar el pilotaje automático de toda la red, entonces vamos a darle seguimiento, además, el Tren Maya va a ser tren de carga, entonces, el próximo año iniciamos con la construcción de los espacios que se requieren para la utilización de las vías como tren de carga, es un proyecto que durará año y medio, dos años”, afirmó la presidenta.

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