Como cada año, miles de personas se reúnen en las zonas arqueológicas más emblemáticas de México para presencia el equinoccio de primavera y con ello renovar su energía.
El equinoccio de primavera simboliza la renovación y el equilibrio, además es una fecha ideal para hacer rituales de abundancia, decretar, meditar y conectar con la naturaleza.
Este 2025 no fue la excepción, pues en la Casa de las Siete Muñecas, en Dzibilchaltún, zona arqueológica de Mérida, este evento de observó de forma increíble.
Ya que el sol se posicionó justo en el centro del recinto ceremonial.
En la zona arqueológica de Teotihuacán también le dieron la bienvenida al equinoccio de primavera, ya que en punto de las 12:00 del día, cuando el sol pegaba a plomo, cerca de 10 mil personas se congregaron frente a las pirámides del Sol y la Luna, así como en la Calzada de Los Muertos.
Los visitantes, vestidos de blanco, alzaron sus brazos para recibir la nueva energía del Sol.
En la zona arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán se vivió la tradicional vista de Kukulcán, descendiendo de la pirámide para dar la bienvenida a una nueva etapa del año.
Paquimé, Comalcalco, Tajín, Palenque, Cacaxtla, Monte Albán, entre otros imponentes espacios, recibieron la primavera con el brillo de los primeros rayos solares.