Durante la madrugada de este miércoles 16 de abril, un extraño objeto despertó a algunos habitantes de la Ciudad de México y del Estado de México, pues además de causar un efecto luminoso, se escuchó un fuerte estruendo.
Muchas personas empezaron a especular sobre la posible caída de un meteorito, por lo que expertos salieron a explicar lo qué pasó.
En entrevista para Milenio Televisión, Pablo Lonnie Pacheco, instructor de Astronomía, mencionó que “el fenómeno se conoce como bólido, un bólido, básicamente es un meteoro muy brillante que sobrepasa por mucho el brillo de las estrellas, incluso, el de Venus, el lucero de la mañana”,
“Cualquiera de ustedes que se haya levantado muy temprano en la mañana verá un astro muy brillante que se ve al suroriente al amanecer; ese es Venus, y este bólido fue un objeto que cruzó la atmósfera y que excita el aire, lo vuelve luminoso”.
Agregó que “este objeto mientras venía del espacio recibe el nombre de meteoroide y al momento que empieza a interactuar con la atmósfera, se vuelve un meteoro”.
Mencionó que “el objeto a lo mejor media solamente un metro o menos o más, no mucho; es decir, nunca representó un peligro de impacto para la tierra; sin embargo, empieza interactuar con la atmósfera y se empiezan a perder electrones en el paso de la partícula. Estos electrones es como si fuera un flujo de electricidad, el aire se electrifica, se vuelve luminoso, muy parecido a las luces del neón”.
Además, dijo que “en este caso la partícula era relativamente grande, de manera que pudo llegar hasta las capas más bajas de la atmósfera y es entonces que pudo hacer interacción con el aire, al grado de poder producir una onda acústica, una onda de choque que se percibió como una vibración y como un trueno”.
Cuestionado sobre la frecuencia en la que este tipo de fenómenos entran a la Tierra, el experto respondió:
“Se calcula que son entre 30 y 40 toneladas diarias que caen de material metrorítico, el detalles es que la mayoría de este material cae en forma de un polvo muy fino y la mayoría de los meteoroides se desintegran convirtiéndose en humo o en algo muy parecido a ceniza del cigarro”.