El fin de semana de Pascua, en algunas partes de México, comenzaron a distribuirse mensajes en los que aparece Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y afirma que los migrantes ilegales no son bienvenidos en su país.
Este mensaje causó indignación en varios ciudadanos al verlo en medios de comunicación de televisión abierta y en internet, por ello, el tema llegó a la conferencia de prensa de Claudia Sheinbaum.
El pasado lunes 21 de abril, la mandataria dijo que enviará al Congreso de México una iniciativa para que se regrese un artículo de la Constitución en la que se prohíba que propaganda extranjera se transmita en canales de televisión y radio mexicana.
Pero de acuerdo con expertos consultados por Nación321, este problema va más allá, pues hubo violaciones a los derechos de las audiencias en donde los televidentes se pueden sentir agredidos y los mismos gobiernos, pues se tuvo que haber llegado a un acuerdo económico para emitir la campaña.
Al respecto, Felipe López Veneroni, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM considera que aquí hubo una violación, tanto al 27 constitucional como al 6to Constitucional, porque hay un abuso del derecho a la libertad de expresión.
“Hubo también un abuso o una violación a los derechos de las audiencias, porque precisamente se está partiendo de la premisa en ese discurso que promueve el Gobierno de los Estados Unidos, concretamente el Departamento de Seguridad Nacional, se está partiendo de la premisa de que casi, casi no vengas a Estados Unidos si eres un criminal, pero prácticamente si asociamos eso con lo que dice Trump".
En tanto, sobre la difusión de este tipo de mensajes, el analista y consultor político, Fernando Dworak, considera que efectivamente se trata de un mensaje construido mediante un discurso de odio.
Y aunque señala que en sí la difusión específica del spot de Kristi Noem no es ilegal, sí tiene repercusiones e invita a una reflexión de lo que debe considerarse o no una intervención extranjera en México.
“Yo creo que ciertamente estamos hablando de un discurso de odio, que es lo que naturalmente es castigarle bajo cualquier otro aspecto, pero la injerencia cualquier gobierno extranjero, me parece que es una línea muy difícil de definir (...) es decir, la injerencia puede ser un llamado a la revuelta, o un una propaganda abiertamente negra contra el gobierno mexicano”, indica.
Por ello, Dworak señala que lo que más daña este spot es el sentido nacionalista de los mexicanos y también la sensibilidad de quien lo ve, lo cual es peligroso si el mensaje llega a algunas personas tal y como lo busca Estados Unidos: crimializando la migración.
“Deberíamos empezar a adelantarnos a un tema muy importante: toda esta política de migración va a generar, tarde o temprano en México, un discurso de esa razón y un discurso antimigrante”, dice.
En tanto, Carlos Sánchez y Sánchez, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, opina que éstos generan una percepción de intromisión en nuestro país.
En entrevista, señala que estos comerciales no tienen “una afectación al Gobierno, digamos estructural, pero está generando una percepción de que no hay control en redes sociales, de que hay intromisión franca de las autoridades norteamericanas”.
El experto destaca que canales como YouTube, en los que se distribuyen estos mensajes, están cooperando con el gobierno de Estados Unidos y permiten que el contenido sea distribuido en territorio mexicano. Ahonda que el problema se profundiza al recordar que los dueños de grandes vías de comunicación como Meta o X, Mark Zuckerberg y Elon Musk, respectivamente, son cercanos al presidente Donald Trump.
Sánchez y Sánchez afirma que este tema desnuda una situación compleja: las redes sociales “se convierten en agentes de propaganda estadounidense, a pesar de ser privados; la intención es disuadirnos, ‘ya no vengas a Estados Unidos, te vamos a deportar, vamos por ti’”.
El académico de la UNAM, quien es experto en propaganda política, destaca que si bien el mensaje es agresivo e intimidatorio, es posible que no llegue a su público objetivo, es decir, a campesinos, trabajadores de la construcción u otro tipo de personas que buscarían migrar a Estados Unidos con la intención de encontrar más y mejores oportunidades laborales.
Resalta que el discurso es ampliamente “antimigrante clasista, racista”, focalizado en centroamericanos y mexicanos.
Acota que es interesante que el gobierno de la presidenta Sheinbaum busque mecanismos legales para anular la transmisión local de esta propaganda, “algún mecanismo que permita el bloqueo de la señal; tiene que buscar la manera de evitar la propaganda desmoralizante”.
Considera que es necesario exigirle a YouTube, en su división México, bloquear este tipo de contenido, porque “al rato vamos a permitir mensajes intimidatorios y obviamente no lo puedes permitir”.