Porque bien dice el dicho que es mejor prevenir que lamentar
En la Ciudad de México abundan los robos y hay algunos métodos que a los delincuentes les han funcionado por décadas.
Algunos de los fraudes que leerás a continuación quizá los habías escuchado (o incluso ya te tocó vivir en carne propia), pero no todas las personas saben de estas tácticas. Así que aquí te dejamos algunas formas más comunes de estafa en lugares públicos como el Metro, Metrobús, en la calle y otros lugares.
1. AL QUE LE "ROBARON" SU COCHE
Imagínate que vas caminando tranquilamente y de repente llega un sujeto muy agitado diciéndote que lo acaban de asaltar y te pide un dinero para poder llamar por teléfono o, mejor aún, tomar un taxi para alcanzar al supuesto ladrón.
Para hacerlo más creíble, la persona suele ir bien vestida y hasta puede agregar detalles que hacen aún más irresistible darle un billete o unas monedas. Uno de esos detalles puede ser que va su hijo en el coche robado. ¡Qué tragedia!
También se da el caso, aún peor, que si le prestas tu teléfono lo tome y se vaya con él.
Este tipo de situaciones ha sido documentado y denunciado por el Consejo Ciudadano.
2. EL FAJO DE BILLETES
Este tipo de estafa es más común en el Metro y funciona gracias a la ambición de la víctima.
Vas caminando por el andén, las escaleras o algún pasillo y casualmente hay un fajo de billetes tirado en el suelo (tirado por el ladrón) y te dice que lo guardes. Te da entonces un paquete, un fardo, o periódico envuelto donde supuestamente hay un montón de dinero. Te ofrece que te quedes con la mitad de la lana y que vayas a otro lugar privado a que lo cuentes.
A cambio de dejarte la feria te pide una garantía, que puede ser tu teléfono, alhajas o algún otro bien.
¡Sorpresa! El fajo solo tiene papel o billetes falsos. Caíste.
3. EL RELOJ DE ORO
También otro fraude común en la capital es que hay personas que tienen uniformes de personal de limpieza (o a veces sin ellos) y te ofrecen una cadena o un reloj de oro por lo que traigas.
Aunque pareciera algo loable y noble ayudar y tú salir beneficiado, la realidad es que muchas de esas veces se trata solo de una imitación o una pieza de fantasía barata, una baratija, por la que pagaste más y le dijiste adiós a tu dinero.
Esta modalidad tiene variantes, como el de la persona que lo asaltaron y solo le quedó el reloj o el que vende con violencia, poniéndotelo en tus manos.
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