Porque este lugar es uno de los más emblemáticos en la historia de México
La Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco fue escenario de la matanza de estudiantes a manos del Estado mexicano, el 2 de octubre de 1968.
A propósito de los 50 años de esta tragedia nacional, te dejamos algunos datos sobre el lugar en donde ocurrió esta masacre.
1. EL NOMBRE
Tlatelolco significa "Montículo de arena" y fue el centro comercial más importante del México prehispánico; su nombre en náhuatl se interpreta como Tlatelli, “terraza” o Xaltilolli que significa “punto arenoso”.
A la Plaza de las Tres Culturas se le dice así por los conjuntos arquitectónicos que la rodean y que vienen de tres diferentes momentos históricos: la era prehispánica con las pirámides y ruinas del pueblo Tlatelolca; la conquista española representada por el convento de San Buenaventura, San Juan Capistrano y el templo católico de Santiago. Finalmente, el México moderno con el Xipe Tótec que fue el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) hasta 2005.
2. SU ORIGEN
El origen de Tlatelolco se remonta a la fundación de la gran Tenochtitlan, llevada a cabo por los mexicas que se asentaron en las islas del Lago de Texcoco.
Pese a pertenecer a un mismo grupo, surgieron diferencias entre mexicas, lo que provocó la escisión y fundación de Tlatelolco.
Así el desarrollo de tlatelolcas y tenochcas queda marcado; ambos seguían llamándose mexicas y continúan manteniéndose unidos a pesar de los continuos conflictos de su convivencia.
"Desde esta ocasión, aunque todos estos aztecas venían juntos, ya no con aquella hermandad, y familiaridad, que antes traían; porque desde esta disensión, guardaron rencor y odio, los unos contra los otros, y vinieron parciales y divididos en las voluntades”, escribió al respecto el Fray Diego Durán en el libro Historia de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme.
3. EVOLUCIÓN
Los tlatelolcas tenían un ejército muy preparado que usaron para extender su territorio y dominar a las demás tribus alrededor: esto generó una prosperidad en su sociedad.
Además, eran grandes comerciantes y controlaban las mejores rutas para el tránsito de sus mercaderías, que llegaban al lugar donde ahora se encuentra la Plaza de las Tres Culturas.
"Hasta su mercado llegaban los productos más preciados: mantas de todo género, vestidos de mujer, de guerreros, plumas de mucha hermosura, algodón, flores, platos, ollas, oro, rosas de vainilla negra, joyas, animales de todo tipo, cacao, maíz de todas las especies", refiere el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Sin embargo, la prosperidad acabaría con la Conquista de los españoles.
4. EL ÚLTIMO BASTIÓN
Durante los años de la Conquista española, Tlatelolco fue el último bastión y resguardo del poder mexica al mando del emperador Cuauhtémoc, quien resistió más de 80 días luchando; sin embargo, al refugiarse en el recinto ceremonial de este lugar, los españoles le quitaron todas sus provisiones y sus habitantes no soportaron tanta mortandad.
Además, los españoles y sus miles de aliados no permitieron la entrada de alimentos y cortaron el acueducto que abastecía a Tlatelolco.
El propio Hernán Cortés menciona que para el 13 de agosto de 1521, fecha en la que cayó Tlatelolco, habían muerto más de 50 mil personas.
Sobre el hecho escribió el poeta Jaime Torres Bodet:
"El 13 de agosto de 1521 heroicamente defendido por Cuauhtémoc,
cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés,
No fue triunfo ni derrota,
fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo,
que es el México de hoy".
Estas palabras fueron puestas en una placa que se encuentra en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
5. LA RELACIÓN CON JUAN DIEGO
Después de la Conquista, los misioneros franciscanos construyeron en Tlatelolco el Templo de Santiago Apóstol, de fachada barroca, y dedicado al santo Santiago, santo patrón de España.
En su interior se encuentra la pila baptismal donde fue bautizado Juan Diego, el indígena al que, de acuerdo a la tradición, se le apareció la Virgen de Guadalupe en 1531.
A la postre, la Virgen de Guadalupe se convertiría en el símbolo religioso más importante para los mexicanos.
