Porque las encuestas han sido muy criticadas el último año
El 2016 ha sido un año difícil para las encuestas. Los resultados del referéndum sobre el Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea), el plebiscito para votar el acuerdo de Paz en Colombia y las elecciones presidenciales en Estados Unidos lo dejaron muy claro: los estudios de opinión no definen triunfos.
Y seguramente, después de estos tres sucesos políticos en los que los sondeos apuntaban en direcciones contrarias al resultado final, escuchaste la frase "las encuestas fallaron".
¿Qué pasó? ¿Las encuestas no sirven? No es eso, en realidad el tema es complejo.
Para entender mejor estos ejercicios, te dejamos seis puntos basados en las opiniones de expertos, encuestadores y representantes de medios de comunicación que participaron esta semana en el foro La precisión de las encuestas electorales: aportaciones para su perfeccionamiento, organizado por el INEl, el CIDE y la Organización Mundial de Investigadores de Opinión Pública (WAPOR).
1. ¿ES EL FIN DE LAS ENCUESTAS?
No, de hecho, las encuestas son necesarias en cualquier democracia y dan certidumbre a los resultados finales. Para Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, estos estudios de opinión dan "estabilidad política" al país.
"Las encuestas y los mecanismos de conteo de votos del día de la elección sirven como poderosos mecanismos adicionales para apuntalar la confianza y la certidumbre en los procesos electorales. El profesionalismo en el sector es un factor que ayuda a la estabilidad política y a la credibilidad"
Con esto, se evitan "sorpresas" en el resultado final.
Además, las encuestas también nos ayudan a saber cómo van las preferencias de los ciudadanos en determinadas fechas, por eso las usan los candidatos, para saber cómo perfilar sus respectivas campañas. Por ejemplo, en noviembre de 2011 la candidatura presidencial de la izquierda (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) se definió, entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, con una encuesta: el tabasqueño tuvo una intención de voto más alta.
2. ¿PREDICEN GANADORES?
No. Las encuestas no predicen ganadores, y es aquí donde es importante entender la diferencia entre encuestas y pronósticos.
Alejandro Moreno, director de encuestas de Nación321 y El Financiero, explica que "las encuestas sirven como insumo para los pronósticos; los pronósticos no son las encuestas". Mientras las primeras te dicen cómo van las preferencias por un candidato con una metodología en específico y en una fecha determinada, los pronósticos combinan diversas encuestas (con distintas metodologías) y las mezclan con otras variables para predecir quién ganará el día la elección.
3. ¿LAS ENCUESTAS FALLAN?
Sí y no. Sí porque pueden existir malas encuestas, con un diseño poco preciso que no haga una estimación correcta o con formas y métodos que no logren capturar bien qué piensa la población.
Sin embargo, los expertos coinciden en que usualmente cuando dicen que "las encuestas fallan", el error está en la lectura de los resultados.
4. ¿LA CULPA ES DE LOS MEDIOS?
Puede ser que los medios den una mala lectura de las encuestas, pero su divulgación es necesaria dentro de un sistema democrático, pues sin ellas los votantes irían "a ciegas" a las urnas y tendríamos que tener 100% de fe en el conteo de la autoridad electoral.
Un ejemplo: en algunos casos, los estudios dicen que el candidato A tiene 1% de preferencias más que el candidato B, ante esto los medios de comunicación rápidamente decimos que quien va a ganar es el candidato A, cuando la única certeza que nos dice esa encuesta es que la elección estará muy cerrada. Para saber esto es necesario conocer bien la metodología.
Para Scott Clement, el editor de encuestas de The Washington Post, los medios deben ampliar su oferta, por lo que tienen que tomar en cuenta preguntas como: ¿por quién van a votar?, ¿cómo son los grupos de votantes (por raza, religión, sexo, etc..)?, ¿cómo perciben las cualidades de los candidatos? y ¿cuánto simpatizan con las propuestas de los candidatos?
5. ¿CÓMO SABER LA METODOLOGÍA DE UNA ENCUESTA?
En México, el INE le exige a las casas encuestadoras, que publican resultados electorales en medios de comunicación, que reporten quién hizo la encuesta, a cuántas personas, cuál es el margen de error, así como en dónde y cómo se hizo. Además, la Asociación Americana de Opinión Pública (AAPOR) promueve la Iniciativa de Transparencia , donde piden a los medios de comunicación explicar cómo se realizaron las encuestas que publican.
6. ¿SE TIENE QUE CAMBIAR LA FORMA DE ENCUESTAR?
Se deben explorar nuevas formas de encuestar porque el público objetivo es cambiante, aunque eso no significa que ahora se estén haciendo mal las cosas, opinaron expertos en el foro La precisión de las encuestas electorales: aportaciones para su perfeccionamiento.
En México, para medir las preferencias electorales, las entrevistas cara a cara en vivienda son las más precisas (y caras). Sin embargo, cada vez se utiliza más las encuestas telefónicas, esto permite que se mejoren los métodos y aumenten su precisión ante una población cada vez más urbana, con inseguridad y poco accesible, de acuerdo con Alejandro Moreno.
También tendrán que desarrollarse nuevos métodos como las encuestas online, celular, SMS e incluso vía Whatsapp, apuntó Claire Durant de la Universidad de Montreal; siempre y cuando, añadió, estos nuevos métodos logren que las muestras sean probabilísticas: "probabilidad o muerte", dijo Ignacio Zuasnabar, encuestador uruguayo y presidente de WAPOR Latinoamérica. De lo contrario, no se puede saber a quién estás encuestando.
Recuerda, las encuestas electorales nos ayudan a conocer qué buscan y qué quieren los votantes.
