En medio del proceso de elección para la nueva titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el Obispo Emérito de Saltillo, José Raúl Vera López, acusó el uso de una carta apócrifa en la que supuestamente externaba su apoyo a la reelección de Rosario Piedra Ibarra al cargo.
En un comunicado, el obispo desmintió categóricamente la autenticidad de este documento, calificándolo de falso y denunciando el uso indebido de su nombre.
Al señalar que "la falsificación de documentos es un delito grave", el obispo pidió respeto a su identidad y trayectoria, exigiendo a quienes incurren en estas prácticas que cesen de usurpar su firma en asuntos de interés nacional.
Pero la cosa no quedó, pues tras estas acusaciones, Rosario Piedra se disculpara en redes con este mensaje:
“Como bien señala Monseñor Vera, el robo, utilización y difusión de su firma en ese documento, es un delito grave, e igual que él espero se atienda por las autoridades correspondientes”.
Según la hoy titular de la CNDH, ella y su equipo recibieron esa carta de apoyo junto a otras y "de buena fe", creyeron en su veracidad.
#Aclaración
— Rosario Piedra Ibarra (@RosarioPiedraIb) November 7, 2024
A la opinión pública,
A las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia del @senadomexicano,
A Fr. Raúl Vera López, O.P. Obispo Emérito de Saltillo (@FrayJuanLarios): #CNDH #DerechosHumanos #Senado pic.twitter.com/OnmEU8MJw3
¿Qué dice el obispo Raúl Vera sobre la carta apócrifa?
El obispo José Raúl Vera López fue sorprendido al descubrir una carta que circulaba en su nombre, en la que supuestamente manifestaba apoyo a la reelección de Rosario Piedra Ibarra en la CNDH.
“Ese papel membretado donde se utiliza mi nombre, además de ser un diseño malo y obscuro, no existe en mi oficina particular”, publicó en su cuenta oficial de Facebook.
La carta, fechada el 30 de octubre de 2024, estaba dirigida a las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y Justicia del Senado.
A su nombre se elogió a Piedra como una “incansable” defensora de los derechos humanos y “constructora de esperanza”. También expresaba que su trabajo en la CNDH estaba alineado con el respeto y la dignidad humana, valorando su “vocación” inspirada en la lucha de su madre, Rosario Ibarra de Piedra.
Además, el documento cerraba con una supuesta bendición a los legisladores para que respaldaran la reelección de Piedra Ibarra.
