Internacionalistas coincidieron en que un posible conflicto bélico entre China y Estados Unidos, como parte de las tensiones por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dejaría a México en un escenario de presión, pero también de oportunidades de crecimiento económico.
La especialista en política exterior de China, María Blancas Larriva, afirmó en entrevista con Nación321 que una escalada militar en Taiwán generaría un escenario de presión para México, afectando principalmente a las industrias automotriz y de electrónicos, por la importante participación del país asiático en la cadena de componentes tecnológicos a nivel mundial.
Con ello, México, que es considerado como un centro de bienes, servicios y manufactura, dejaría de recibir importantes componentes para armar automóviles, computadoras y otros productos.
"Un conflicto bélico, como lo hemos visto con Ucrania, implica un alto total a la industria... Obviamente la cadena de abastecimiento se ve afectada y eso resultaría en una reducción drástica de bienes que se surten a Norteamérica y Centroamérica", expresó.
Blancas Larriva indicó que para ella, el conflicto representa un reto más que una oportunidad, porque México no cuenta con inversiones suficientes ni desarrollo tecnológico para fabricar componentes electrónicos que Taiwán proveé.
"Pudiera ser una oportunidad en el largo plazo, si hay algún tipo de priorización a la parte de investigación y desarrollo para suplir estos componentes; sin embargo, esto no es de la noche a la mañana. Además, los conflictos bélicos pueden durar una semana o dos, pero luego hay sorpresas, en Ucrania ya llevamos cinco meses", explicó.
De acuerdo con la experta en la política exterior de China, el conflicto también obligaría a México a tomar postura y lo podría llevar a respaldar la independencia de Taiwán por su acuerdo comercial con Estados Unidos.
"Como México es vecino de Estados Unidos muy posiblemente nos presionarían para apoyar a Taiwán, aunque México podría quedarse como está ahora, solamente tenemos relaciones comerciales y no diplomáticas", detalló.
Por su parte, la internacionalista del Tecnológico de Monterrey, Gabriela de la Paz Meléndez, aseguró que si bien no prevé una escalada militar, el conflicto representa una oportunidad de crecimiento para México.
En su opinión, las políticas arancelarias en una "guerra comercial" terminan beneficiando a empresas y países que no están involucrados directamente en la disputa.
Como ejemplo, recordó que a México le "fue muy bien" cuando el expresidente Donald Trump impuso aranceles a China y muchas empresas decidieron invertir y trasladar su producción y logística a México.
"Por la posición geográfica de nuestro país, se podría triangular la relación entre China y Estados Unidos a través de México. Mucha gente de compañías estadounidenses que necesitan insumos chinos los comprarían a compañías en México, y eso nos beneficiaría mucho", declaró.
En ese mismo sentido se pronunció el exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, quien en su cuenta de Twitter expuso que México está desperdiciando una gran oportunidad para aprovechar las crecientes tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y China, la caída del crecimiento económico de la nación asiática y las disrupciones en las cadenas de suministro.
Según el diplomático, el marco que provee el T-MEC permitiría a México una coyuntura única para la "prosperidad y el bienestar" con el país vecino. Inclusive, mencionó que el México podría estar recibiendo "inversiones a raudales" y ampliando las cadenas de suministro y desarrollando el mercado energético junto con Estados Unidos y Canadá.
"Qué enorme autogol se está anotando nuestro país y qué manera de desaprovechar una coyuntura única... estamos generando falta de certidumbre y de piso parejo en nuestro país, tanto como resultado de la falta de apetito y visión estratégica, la nostalgia como narrativa y del menú de políticas públicas aplicadas como del actual paradigma de política energética", escribió.
