El empleo formal en el país acentuó su desaceleración en el octavo mes del presente año, al reportar 22 millones 389 mil 835 trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que implicó un crecimiento anual de 1.8%, el más bajo en 40 meses.
El porcentaje más bajo de avance del empleo desde abril de 2021 se explica por el menor crecimiento de la economía mexicana y por la incertidumbre ocasionada por el cambio sexenal y por el impacto que podría tener la reforma al sistema judicial en la actividad productiva, indicaron analistas.
Los datos del IMSS revelaron que la creación de empleos en agosto fue la peor cifra de los últimos cinco años, para un mismo mes, toda vez que únicamente se registraron 58 mil 47 plazas nuevas.
Con este resultado, la generación de puestos de trabajo en lo que va del año sumó 365 mil 44, el número más bajo en cuatro años, y 41.4% menos que la cifra reportada en el mismo periodo del año anterior.
En los últimos doce meses las plazas formales crecieron en 392 mil 960 puestos, también su menor cifra desde abril de 2021.
CAUTELA DE EMPRESAS
Carlos Ramírez, socio consultor de Integralia, destacó que la creación de empleo formal en lo que va del sexenio suma un millón 931 mil 909 plazas, pero el aumento de la PEA al cierre del segundo semestre fue de cinco millones 434 mil 216 plazas, con lo que hay un déficit de tres millones y medio de empleos formales.
Señaló que muchos de estos trabajadores no encontraron una plaza en la formalidad y están subempleados, como vendedores en la calle o en otros empleos informales.
Indicó que una hipótesis de la desaceleración de la economía y del empleo, obedece a que las empresas en el país están siendo cautelosas en la contratación de personal, en la víspera de la aprobación del ‘plan C’, que contiene la reforma judicial. Temen que jueces sin experiencia se vayan a hacer cargo de sus asuntos.
Consideró que a las empresas nacionales y extranjeras les preocupa que vayan a cambiar las reglas del juego de un momento a otro por dicha reforma, debido a que ya tenían mecanismos de protección jurídica, para dirimir disputas entre empresas y ante el abuso de poder.
Mónica Flores, presidente de ManpowerGroup LATAM, resaltó que “hay un ambiente de precaución en los mercados, que se refleja en sus intenciones de contratación de personal. Para generar empleos necesitamos de inversión, y para atraer inversión requiere dar señales de certeza jurídica y estabilidad que genere confianza”, destacó.
Indicó que no se observa un escenario de inestabilidad sino de incertidumbre frente a los cambios macroeconómicos en todos los mercados y en las políticas, que deberán ser capaces de generar la certeza para atraer las inversiones al país.
Willebaldo Gómez, investigador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), coincidió en que el menor crecimiento del PIB, como lo muestra el recorte en las expectativas de Banxico de 2.4 por ciento a 1.5 por ciento para este año, empieza a desacelerar la creación de empleo formal.
“Los dos primeros trimestres del año que culminaron en junio se esperaban con mayor dinamismo, después viene una etapa de incertidumbre por la llegada de un nuevo gobierno y las elecciones en Estados Unidos; eso siempre trae incertidumbre, porque en el caso de Donald Trump, se prevé que sus políticas económicas impactarían negativamente la relación económica con México”, recalcó.
“Un tercer elemento de incertidumbre que ha movido muchísimo el escenario económico es la depreciación del peso mexicano frente al dólar, a lo que se suma el tema de la reforma al Poder Judicial”, reiteró.
PEGAN COSTOS LABORALES
Ramírez agregó que otro factor que está desalentando la creación de plazas estriba en el encarecimiento del empleo formal por las reformas laborales y otros cambios que se prevén, como la duplicación del aguinaldo, el aumento de los salarios a dos dígitos en el gobierno de Sheinbaum y la probable disminución de la semana laboral a 40 horas.
Indicó que los gastos por estas reformas han subido mucho en seis años; las cifras reportadas por el Banco de México muestran que los costos laborales unitarios han crecido cerca del 25%.