Porque se cumplen 53 años de la masacre en contra de estudiantes por parte del gobierno mexicano
Este 2 de octubre se cumplen 53 años de la masacre de Tlatelolco perpetrada en la Plaza de las Tres Culturas, donde el ejército atacó a estudiantes, profesores y vecinos de la unidad habitacional.
¿QUÉ ERA EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL?
El movimiento estudiantil estaba formado por alumnos de la UNAM, del Politécnico, el Colegio de México, la Universidad Autónoma de Chapingo, Universidad Autónoma Chapingo y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
No obstante, también participaron profesores, amas de casa, intelectuales, obreros, profesionales y comerciantes de la Ciudad de México y diversos estados; todos se unieron y constituyeron el órgano director del movimiento, el Consejo Nacional de Huelga.
Éste creó un pliego petitorio que entregó al gobierno mexicano, en el que establecía demandas específicas como la libertad a presos políticos y mayores libertades civiles, pero también buscaba un cambio democrático en el país tras décadas del mismo partido, el PRI, al que consideraba autoritario.
ANTECEDENTES
El 22 de julio de 1968 policías granaderos reprimieron una riña entre alumnos de la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional y la preparatoria particular Isaac Ochoterena.
Los agentes irrumpieron en las vocacionales 2 y 5, hiriendo a profesores y alumnos. Tres días después, la UNAM se declaró en huelga indefinida.
El 29 de julio, el conflicto se extendió por toda la Ciudad de México, y dejó autobuses quemados y un transporte público paralizado, además de que autoridades reportaron artefactos explosivos y combustible en escuelas.
El 1 de agosto Javier Barros Sierra, entonces rector de la UNAM, encabezó una manifestación en protesta por la represión y en demanda de la liberación de los estudiantes presos; este sería el origen del Consejo Nacional de Huelga, que tendría como objetivos establecer que las escuelas estarán en huelga, pero no en paro activo y para rechazar la presencia de organizaciones ajenas a la comunidad escolar.
El 1 de octubre de ese año, el Ejército desocupó todas las instalaciones de la UNAM y el IPN que mantuvo tomadas, como un movimiento estratégico previo a la masacre del día siguiente en la Plaza de las Tres Culturas.
LA MASACRE
La masacre fue un operativo del Estado para ahogar el Movimiento Estudiantil.
Desde una semana antes, el ejército tomó el control de departamentos de la Unidad Tlatelolco, los cuales usaría como centros de detención temporal.
Su misión era detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga, los líderes del Movimiento, que estaban concentrados en la terraza de ese edificio, desde donde dirigían discursos.
Esa tarde, un día después de la salida del ejército de los campus de la UNAM y del IPN, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
El ejército vigilaba con el pretexto del riesgo que fuera asaltada la Torre de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
En los alrededores del edificio Chihuahua se había apostado el Batallón Olimpia, un batallón de élite del ejército creado para los Juegos Olímpicos. Vestían de civil y se identificaban con un guante blanco o un pañuelo también blanco en la mano izquierda.
Éstos se infiltraron en la manifestación hasta llegar a ese edificio, donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas.
Cerca de las seis de la tarde, casi finalizado el mitin, un helicóptero sobrevoló la plaza del cual se dispararon bengalas, como señal para que cerca de 200 francotiradores que estaban apostados en las azoteas del edificio 'Chihuahua', abrieran fuego en contra de los manifestantes y militares que resguardaban el mitin, para hacerles creer a estos últimos que los agresores eran los estudiantes.
Los militares en su intento de defenderse, repelieron “la agresión de los estudiantes”, pero ante la confusión, los disparos no fueron dirigidos contra sus agresores, sino hacia la multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza de Tlatelolco.
Algunos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieronen los departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo al ejército, que, sin orden judicial, irrumpieron a cada uno de los departamentos de todos los edificios de lo que conforma la Unidad Tlatelolco, para capturar a los manifestantes, relata en su página la Fundación UNAM.
Ahí también estuvo la tropa del ejército, que cerró las salidas de la plaza y entró con bayoneta calada. El operativo militar encajonó a la multitud y la sometió a horas de terror.
Al otro día, el 3 de octubre, la Ciudad Universitaria lucía vacía.
La prensa informó que habría poco más de 20 muertos (la cifra osciló entre 24 y 28, según la fuente) y Díaz Ordaz reconoció 27 muertos. Diversos reportes y medios manejaron versiones de entre 500 y 500 fallecidos, pero las investigaciones de la Fiscalía Especializada en Delitos del Pasado, la FEMOSPP, tras una investigación rigurosa, comprobó 60 muertos y 10 desaparecidos.
La masacre logró su objetivo: en los hechos el Movimiento Estudiantil quedó derrotado: se terminaron las marchas, languidecieron las brigadas y las asambleas, y México pasó de la rebeldía juvenil al éxtasis olímpico. Las Olimpiadas empezaron 10 días después, el 12 de octubre.