La inflación, cercana al 8.15 por ciento, mantiene en resignación a productores de todo el país que ven en 2022 un año de pérdidas por el incremento exponencial en los insumos para producir los alimentos de la canasta básica.
Nación321 entrevistó a José Amadeo Hernández Barajas, coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP), quien reveló que muchos campesinos cultivaron a pesar de que la producción será menor, las ventas no serán redituables y terminarán, en el "mejor de los casos", rescatando parte de la inversión.
La razones principales son las más escuchadas en todas las conversaciones entre productores: el incremento en el costo de los fertilizantes por la guerra entre Rusia y Ucrania, la gente cada vez compra menos y la falta de apoyos gubernamentales.
Hernández Barajas relató que este año el costo para producir una hectárea de algún producto de la canasta básica se incrementó en un 40 por ciento. Con ello, el campesino que invertía cerca de 39 mil pesos en promedio durante el 2021 tuvo que desembolsar hasta 25 mil pesos más para el actual periodo de cultivo.
“Ahorita ya sabe el que sembró que va a perder, pero tampoco puede quedarse su parcela sin sembrar…lo que invirtió en poder generar esta producción no le va a dar la cosecha el valor de lo que invirtió en la siembra”, declaró.
Los más afectados por esta situación son los productores de alimentos que forman parte de la canasta básica y que a su vez son los que registran mermas de hasta un 30 por ciento por falta de compradores.
“El que te compraba tu verdura pues ya te compra la mitad, aproximadamente el 70 por ciento, el 50 por ciento, no te quiere dar el precio que tu deseas para poder recuperar la inversión de la producción y como la inflación también le está pegando al que te está comprando pues ahí está la merma”, explicó.
Sin embargo, la agravante que más ha afectado al campo mexicano es la escalada militar de Rusia en Ucrania, el primero de ellos considerado el principal productor a nivel mundial de fertilizantes.
El conflicto bélico incrementó de forma exponencial los precios de los abonos. Como ejemplo, los productores adquirían una tonelada de urea, -el fertilizante más conocido- en 12 mil pesos pero en 2022 es imposible comprarlo por menos de 30 mil pesos.
"Se elevó demasiado, por eso consideramos que va a haber menos cosecha de maíz. México debe tener como 37 millones de toneladas de maíz, son las que consumen, andamos siempre produciendo 26 o 27 millones, siempre hay como 12 millones de toneladas que hacen falta, esta vez creo que hará falta más", lamentó.
ASUMIR LAS PÉRDIDAS Y NO PERDER CLIENTES
Adrián Salazar Ángel es propietario de un local en el Mercado San Juan de la Ciudad de México desde hace ocho años. En el tiempo que ha vendido frutas y verduras reconoce que la inflación afectó sus ventas pero nunca al nivel de reducir sus compras a los proveedores.
Al iniciar el año tampoco tenía previsto asumir las pérdidas para lograr mantener a su base de clientes que durante los últimos meses llegan por piezas y no por kilos.
"La inflación también nos afecta, de 20 le bajamos que comprábamos le bajamos a 10 kilos, es en todos los productos porque en todo subió. Tampoco podemos aumentar mucho porque la gente también ya no compra como antes", explicó.
Salazar Ángel señaló que le gustaría modificar esa dinámica de venta y regresar a los tiempos cuando no se regateaba tanto pero admite que en los próximos meses los comerciantes y los productores no esperan un panorama alentador.
"Hay gente que dice 'véndeme menos' y es entendible, la situación es difícil, siento que va a tardar mucho para que bajen los precios de las cosas. Ojalá y bajen pero sí todo está así no se puede trabajar", lamentó.
El locatario mencionó que lo más difícil ha sido reducir las compras a proveedores con quienes muchas veces logran negociar un precio justo para ambos. Sin embargo, considera que él se encuentra en la misma situación y considera inviable comprar grandes cantidades de productos que terminarán en mermas.
El PANORAMA ES POCO ALENTADOR
Luis García, exdelegado de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México en Uruapan, Michoacán, aseguró que con los actuales niveles de inflación la gente ha perdido el poder de “pagar por comer bien”.
El productor mencionó en entrevista que si bien su producto tiene como mercado central Estados Unidos, los aguacateros han notado que al interior han bajado las compras a productores.
"Nuestro problema es a nivel nacional, la gente está dejando de ganar como antes. Las pérdidas están en la cadena completa, puedes ir a una tienda de autoservicio y ahí está el producto y no se mueve mucho, lo terminan rematando", expuso.
En el caso de sus hectáreas adelanta que el principal problema que seguirá enfrentando el sector es el sobrecosto en los fertilizantes. Con la guerra activa entre Rusia y Ucrania no esperan que durante los próximos meses se estabilicen los precios.
“Sí teníamos un costo promedio de producción por kilo, estábamos hablando de un 12 pesos por kilo, ahora ya producirlo cuesta 18 o 20 pesos, aumentó bastante", lamentó.
José Amadeo Hernández Barajas, coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP), coincide en que los campesinos no estiman una mejora significativa en lo que resta del año.
"Producimos menos de lo que consumimos, nuestra dependencia alimentaria es casi del 50 por ciento, los precios de los alimentos han aumentado en 40 por ciento y los costos de producción se han multiplicado", dijo
¿Y el gobierno?, el líder de la CAP también lamentó el papel de las autoridades con el campo mexicano y acusó que no está cumpliendo su papel con una actividad que el algún momento representó casi tres por ciento de la economía nacional.
"No está cumpliendo el gobierno con ser promotor, el impulsor del desarrollo y la producción de alimentos de todos los mexicanos. Los campesinos solos con sus bolsillo no van a lograr que esto mejore", concluyó.
