En estos tiempos de confinamiento y distanciamiento social, las reuniones de carácter religioso han sido suspendidas, como muchas otras actividades que implican la reunión de varias personas, pero eso no ha impedido que una buena parte de los mexicanos participe de servicios religiosos on line, particularmente en días recientes que se celebró Semana Santa bajo los principios de la sana distancia.
De acuerdo con la más reciente encuesta nacional de El Financiero-Nación321, el 25 por ciento de los entrevistados manifestó que en estos días está viendo, escuchando o asistiendo a servicios religiosos a través de Internet o redes sociales.
Esto es, una cuarta parte de la población adulta mantiene su apego a las iglesias y templos de manera digital. Como referente, la proporción de mexicanos que suele ir de manera regular a la iglesia o servicios religiosos es de 41 por ciento; el 32 por ciento asiste una vez por semana, y un 9 por ciento adicional lo hace varias veces por semana.
Según la encuesta, la minoría de cristianos evangélicos en el país son los que más están aprovechando las tecnologías digitales para continuar con su devoción religiosa: el 44 por ciento de ellos manifiesta seguir servicios religiosos on line. En contraste, la mayoría católica reporta ser feligrés digital en un 27 por ciento, apenas dos puntos por arriba del promedio nacional.
La encuesta también revela que las mujeres siguen más servicios on line que los hombres. Y, en un giro a la tendencia natural de que el mundo digital le pertenece más a los jóvenes, la feligresía on line es un campo en el que pesan más los mayores de edad. Según el estudio, el 32 por ciento de los mayores de 50 años reporta participar de servicios religiosos en línea, comparado con el 23 por ciento entre los grupos de menos de 50 años de edad.
La encuesta también arroja algunas diferencias regionales: el norte del país es donde la gente más sigue cuestiones de fe en línea en estos días, con 32 por ciento que reporta una conexión religiosa via internet o redes sociales, mientras que el centro del país es donde menos feligresía digital hay, con apenas 19 por ciento.
Para quienes tienen curiosidad política, la encuesta no arroja diferencias notables entre la asistencia religiosa digital de los morenistas (que asisten en un 35% a servicios religiosos digitales) y los oposicionistas (en un 38%), solamente con los apartidistas (22%).
En una sociedad donde la religión es central para una buena parte de la población, la digitalización de la fe era quizás esperable. Ante la pandemia, los servicios religiosos tienen hoy una feligresía digital que alcanza una cuarta parte de la población mexicana, la cual parece irse adaptando rápidamente a las circunstancias.
