¡La violencia, imparable!
El pasado 12 de mayo una masacre conmocionó a la comunidad de Nueva Morelia, en Chicomuselo, Chiapas. La embestida fue terrible: presuntos miembros de un grupo criminal ingresaron a la comunidad a las 17:30 horas y agredieron a los ahora fallecidos en un domicilio particular.
Las víctimas, según la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, “resistían ante la violencia de los grupos criminales que se disputan la zona”. Versiones extraoficiales apuntan que las personas se habrían negado a apoyar al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), razón por la que fueron atacadas.
A cinco días del ataque, el pasado 17 de mayo, la Diócesis de San Cristóbal confirmó que entre las 11 víctimas, cinco mujeres y seis hombres, se encontraban dos catequistas y cinco miembros más de su familia.
“Estas mujeres y hombres se resistían a dejar sus hogares a pesar de la violencia, amenazas y hostigamiento de los grupos criminales a sumarse a sus filas, su resistencia a ser libres y a favor de la vida, la paz y la justicia”, explicó la Iglesia, que tras lo sucedido ha realizado varias misas y oraciones en honor de las víctimas.
Al respecto, también se pronunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia de prensa matutina del 17 de mayo: se limitó a decir que todo está bajo investigación.
