Imagina que va amaneciendo... despiertas a las 6:00 de la mañana, ves desde la ventana cómo empiezan a aparecer los primeros rayos de sol y cómo se va aclarando el cielo.
Te levantas de tu cama, pones algo de música y te preparas el primer café del día. Escuchas ese 'chorrito' de café calientito que va cayendo de la cafetera y, de un momento a otro, se llena tu taza... das el primer sorbo y exhalas con placer.
Pero ahora imagina que, según estudios, lo que para tu paladar resulta placentero, para tu cuerpo quizá no es lo mejor... ¡sí, a nosotros también se nos rompió el corazón!
Y es que, lejos de romantizar la idea de beber café, un estudio de los efectos que tiene esta deliciosa bebida, da muestra de que quizá estaríamos mejor si solo tomamos agüita y aquí te contamos por qué.
De acuerdo con lo publicado en la 'Revista del consumidor', de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), beber café puede traer efectos como ansiedad, insomnio, irritabilidad, náuseas, nerviosismo, aumento de la presión arterial, dolor de cabeza, falta de concentración, acidez estomacal y pérdida de agua, sal y calcio.
Además, pidió evitar el consumo si padeces problemas de sueño, migrañas, ansiedad, reflujo, ritmo cardíaco irregular, presión alta, a niños y adolescentes y personas embarazadas o lactantes.