KEI Partners es la empresa para la cual trabaja José Ramón López Beltrán, el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta compañía pertenece a Érika e Iván Chávez, hijos de Daniel Chávez, quien es asesor honorífico del Tren Maya, uno de los proyectos turísticos ‘estrella’ del Gobierno mexicano.
La empresa, que fue registrada oficialmente en Texas el 15 de octubre del 2018, dos meses antes de que López Obrador asumiera la presidencia, se anuncia como una firma de administración de restaurantes, diseño de inmobiliarios de lujo y creador de proyectos dedicados al hospedaje, igualmente de lujo.
Ese mismo día, Daniel Chávez anunció en un foro en la UNAM su intención de entrar al financiamiento del Tren Maya, un proyecto que no fraguó porque el Gobierno decidió construir el ferrocarril con recursos del erario y dejar afuera a la inversión privada.
Entre los desarrollos que están en su página de internet está ‘Royal Pines’, un club vacacional privado ubicado en Houston, además de un centro ‘welness’ del que solo se muestran los renders.
El domingo, José Ramón López aseguró que no tiene ningún cargo en el Gobierno y que desde el 2020 trabaja como asesor legal de KEI Partners.
Dado que vivió en una casa de un exdirectivo de Baker Hughes, empresa con contratos millonarios en dólares con Pemex, ubicada en Houston, como reveló la investigación del medio de comunicación Latinus y la organización Mexicanos Contra la Corrupción, el morenista rechazó que exista un conflicto de interés.
“Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el Gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia”, apuntó en redes sociales.