A un año de lo sucedido, Ilana Gritzewsky, la ciudadana mexicana-israelí que fue secuestrada por el grupo Hamas, el 7 de octubre de 2023, durante un ataque en el sur de Israel, rompió el silencio y contó el terror que vivió.
Ilana fue tomada rehén el mismo día que un ataque de Hamas dejó mil 104 personas muertas yotras 250 fueron raptadas. Tras ser liberada afirma que "el infierno no ha terminado para mí", pues vivió "una tortura física, psicológica".
En una entrevista difundida por Enlace Judío, Gritzewsky contó cómo llegó a Israel y la tortura que pasó el 7 de octubre de hace un año.
Gritzewsky fue liberada en noviembre gracias a la mediación de Qatar. El ataque desató una guerra entre Israel y Hamas que se ha prolongado siete meses.
La joven narró que llegó en 2009 con un programa "en el que se vienen los adolescentes antes de los padres".
Añadió que su papá hizo el programa dos años después que ella. Después del programa hizo el ejército, "como combatiente en el escuadrón médico, fui conductora de ambulancia, paramédica, y después de terminar el ejército estuve siete años como jefa de seguridad".
A Enlace Judío le recordó que ese trágico día ella salió a pasear a su perrito, pero las alarmas de alerta comenzaron a sonar, por lo que volvió a su casa a refugiarse con su pareja.
Ilana explicó que "no pasaron ni 20 minutos cuando empezamos a escuchar tiroteos, bombazos. Voces en árabe y ahí fue cuando entendimos que la situación no estaba en buen camino (...) Fueron 3 horas de ver por noticias que todo está pasando y que nadie tiene cómo llegar a nosotros2.
La mexicana-israelí explicó que después "entraron a nuestra casa, logré hacer que el perro no ladrara para intentar que pensaran que no había nadie, hasta que lograron abrirnos la puerta del refugio, mi novio la agarró, aventó todo para lograr cerrar de regreso. Cuando cerró fue que me gritó, me dijo: 'intenta, abre la ventana, ve que no hay nadie y salta, yo voy a saltar después de ti' (...) Abrí la ventana , no había nadie, brinqué, luego mi perro y Matan, mi novio. Empezamos a correr juntos hasta que nos separamos."
No obstante, llegó a un punto donde, no importaba para donde corriera, "no iba a tener forma de salvarme".
"Dije que lo mejor que podía hacer era intentar que vieran que no iba a hacerles nada y que no estaba escapando. Cuando entendí vi a mi novio correr para el otro lado y me dijo: 'ven'; no pude reaccionar ya"
Cuando los del grupo Hamas la hubieran "me jalaron de los pelos, del cabello, me arrastraron, me golpearon, me aventaron contra una pared, me amenazaron con armas, con granadas. Pensé que me iban a matar o a violar, querían que les abriera el teléfono porque iban a grabar (...) Les supliqué, les dije que era mexicana, que sólo estaba ahí para trabajar. Pero no les importó".
"Ir en camino y no saber si te van a matar, violar, mientras te van golpeando todo el camino y llegas a Gaza y el infierno se vuelve más cerca (...) Hoy la tortura que sigue porque sé lo que están pasando todos los secuestrados que siguen ahí. Mi novio sigue ahí, mis amigos siguen ahí y el no saber si van a salir vivos o si los van a matar. Están bien, qué está comiendo. Si ve el sol, si sabe qué día es. Si sabe que estoy luchando y haciendo todo para ser la voz para ellos; es una violación a los derechos humanos", narró.