Porque la señora Irma tiene miedo de las represalias y ha pedido ayuda a las autoridades
Irma Reyes, tía de Mario N, presunto feminicida de la niña Fátima, narró a Carmen Aristegui que no se arrepiente de haber entregado a su sobrino y a su esposa a las autoridades porque era lo correcto.
"No me arrepiento de lo que hice, lo haría mil veces, ni modo, si pasa algo ya será de Dios, pero no podía dejar que esa gente anduviera como si nada, de saber que hay una madre que jamás va recuperar su criatura, de lo que hicieron", dijo Irma.
La señora reiteró que ella no quiere regodearse con la tragedia pero que sí quiere que la sociedad alce la voz y se enfrente al enemigo.
"Que la sociedad no se calle, que se enfrente al enemigo, esta gante como mi sobrino, porque son enfermos mentales, emocionales, psicópatas".
Irma Reyes pidió a las autoridades todo el rigor de la ley en contra de su sobrino y su esposa para dar el mensaje de que la gente que comete este tipo de delitos va a pagar.
"Yo no lo estoy haciendo para que se me vanaglorie, lo hago por todo el mundo, tanto infanticidio, feminicidio que está pasando, tiene que darse cuenta de que es gente enferma mental, una gente normal no hace eso, tiene que haber conciencia de que tarde o temprano tienen que pagar su delito", dijo a Aristegui.
La señora de 56 años narró que tiene miedo de las represalias que pueda tomar la familia materna de Mario, pues le han dicho que es gente "de armas tomar".
Incluso, su propia familia le ha recriminado haber entregado a Mario porque eso fue meter en problemas a la familia y que mejor los hubiera dejado escapar.
"Yo enfrento todo, yo no dije mentiras, yo dije la verdad, lo dejo todo en las manos de Dios".
Irma Reyes también tiene preocupación por el destino de los tres hijos de la pareja de 3, 5 y 7 años quienes están al resguardo de la madre de Mario.
"Qué triste mundo, pobres niños, no saben lo que les espera por un error de estos padres infames que les tocó", dijo la mujer.