Las 3 reglas de oro para que tu quincena rinda más

Para tener finanzas sanas, una de las claves es el ahorro y evitar gastos innecesarios
Para tener finanzas sanas, una de las claves es el ahorro y evitar gastos innecesarios
Ahorros.Para tener finanzas sanas, una de las claves es el ahorro y evitar gastos innecesarios
Cuartoscuro
Daniela Loredo
2018-07-26 |11:17 Hrs.Actualización11:17 Hrs.
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Porque queremos que tengas una vida libre de preocupaciones financieras 

Pagar deudas, salir con los amigos y ahorrar para un viaje son tres tareas simples que pueden convertirse en auténticas misiones imposibles cuando se depende de una nómina. Sin embargo, con la estrategia adecuada y nociones básicas de administración, tu quincena puede rendirte para eso y más.

Sal avante con alguna de estas reglas para distribuir tu sueldo en gasto corriente, para ahorrar y para tus pequeños gustos.

LA REGLA 70/30

En un mundo utópico, lo ideal sería utilizar la regla 70/30: 70% del ingreso destinarlo para vivir, pagar deudas y otros gastos necesarios que tengas que cubrir y el 30 lo deberíamos ahorrar, señaló Liliana Olivares, CEO de Adulting.

LA REGLA 90/10

Si tu sueldo no es suficiente y no te permite cumplir la fórmula anterior, intenta lograr al menos un 90/10; es decir, dedicar al menos 10% de tu sueldo a ahorrar y el resto a tus gastos, explicó la CEO de la firma de asesoría financiera.

LA REGLA 50/30/20 

Si seguir esta distribución aún se te hace complicado, puedes emplear la regla 50/30/20.

El 50% del dinero de tu sueldo tiene que irse a los gastos básicos (renta luz, colegiatura, comida, supermercado); el 30 por ciento destinarse a gastos personales, mientras que el 20% deberá dedicarse al ahorro.

“Ese dinero va a suponer un colchón que te salvará cuando tengas que enfrentar deudas o imprevistos futuros”, indicó Orlando Ruanova de la Torre, director general adjunto de Credifiel.

LO ESENCIAL 

Pero no olvides que lo más importante es tener el control de tus gastos; o sea, no gastar de más ni hacer gastos innecesarios que durante toda la quincena pueden ocasionarte fugas de dinero.

Por lo general estas pérdidas son consecuencia de no llevar un control de tus ingresos y de tus consumos.

A este respecto, Olivares, de Adulting, sugirió elaborar un presupuesto muy claro con todo lo que se gasta en la semana.

“Con esta radiografía se puede identificar cuánto se invierte en el café, cuántas veces se pide comida a domicilio o un servicio de transporte; se trata de ver en qué gastamos nuestro dinero durante el día”, indicó el experto.

Otro de los factores que influyen a que sólo al tres por ciento de los mexicanos les alcance su sueldo de nómina es el tema social y a no saber decir “¡No!”.

De acuerdo con una encuesta realizada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en México 38% de las personas suele repartir las cuentas en partes iguales cuando sale en grupo.

Ilse Santa Rita, gerente de contenido de GBM, dijo que lo ideal es que cada quien pague lo suyo porque esto afecta directamente el gasto que se tiene presupuestado.

En el ánimo de cuidar lo que se gasta, sugirió utilizar el dinero para darnos satisfacciones, pero hacerlo con moderación.

“Si después de una semana permanece el gusto por unos zapatos o un pantalón, cómpralo, pero esto será con base en una decisión más calculada”, añadió Rita.

En cuanto al uso de las tarjetas de crédito, Ruanova, de Credifiel, señaló que una gran mayoría de personas encuentra en las tarjetas de crédito una extensión financiera a su quincena, pero recordó que éstas deben de emplearse como una forma de pago y no como financiamiento, pues como instrumento de crédito los intereses son muy altos.

La plataforma de ahorro Piggo recomienda utilizar efectivo porque esta práctica tiene un efecto psicológico que hace valorar más el dinero y lo que implica ganarlo.

Sin embargo, no descarta otras opciones como la domiciliación, una herramienta que ayuda a que muchas cosas que se podrían olvidar, como ahorrar, pagar un seguro o los servicios de la casa, se hagan de manera automática.

Esto obliga indirectamente a pagar los servicios así como a destinar cierta cantidad al ahorro en primer lugar, para luego tener un presupuesto al cual ajustarnos, sin darnos cuenta estamos planificando nuestro gasto.