Porque en política no hay que olvidar los procesos electorales que ya están cerca
Uno admitió que "robó poquito", otro hizo una huelga de hambre y uno más fue acusado de usar métodos extrajudiciales para combatir el crimen, pero aún así, estos presidentes municipales siguen en sus cargos.
Nos referimos a Hilario Ramírez, mejor conocido como Layín, Cuauhtémoc Blanco y Mauricio Fernández, los alcaldes de San Blas, Cuernavaca y San Pedro Garza García, respectivamente. Los tres tienen algo en común: son populares en su territorio por ser políticamente incorrectos.
Te presentamos las "ocurrencias" de cada uno de estos alcaldes.
1. DEL "ROBÉ POQUITO" AL “TRAGUITO, TAQUITO Y RUIDITO”
Hilario Ramírez el amigo Layín, el alcalde de San Blas, Nayarit, aquel candidato que en campaña aceptó haber robado (pero poquito), viste siempre de camisa azul (el mismo modelo pero no la misma camisa) y es famoso por organizar grandes y polémicas fiestas.
En 2014 ganó las elecciones para alcalde, por segunda ocasión, con 7,350 votos que representan 40.3%; mientras que el segundo lugar, el candidato priista Javier Ulloa logró 6,341 votos (34.78%).
En 2015, durante su fiesta, el alcalde le levantó la falda a una joven frente a todos los asistentes mientras bailaban en el escenario. Ante este acto que generó polémica, tuvo que responder ante el Congreso del estado.
Cuando ha sido cuestionado por el costo de esa celebración, ha contestado que sus amigos le regalan comida, cerveza y, a manera de agradecimiento, invitan a grupos musicales de la talla de La Banda el Recodo. Además, Layín dice que el municipio no gasta dinero en la fiesta, que todo es con el dinero de sus empresas productoras de mango y prestamos de banco. El origen de los recursos para las fiestas masivas han sido el mayor cuestionamiento contra el munícipe.
A finales del año pasado, el alcalde nayarita anunció su fiesta de cumpleaños con Julión Álvarez, Ninel Conde y La Arrolladora Banda el Limón con este video en su página de Facebook:
Para la fiesta de Layín se utilizaron más de 100 vacas para preparar birria y al menos 12,000 cervezas que disfrutaron lo más de 10,000 asistentes. El alcalde no solo organiza la fiesta, también se sube al escenario:
Unos días antes de esta celebración asistió a la fiesta de XV Años de Rubí, la joven cuya invitación en video se volvió viral en redes sociales. Esta vez, el alcalde no iba por el "traguito, taquito y ruidito", asistió para darle a la quinceañera un coche para que pueda asistir a la escuela. Él dice que fue pagado con dinero propio, no con dinero público.
2. “DÉJENME TRABAJAR”
Cuauhtémoc Blanco, futbolista, empresario, ídolo americanista y presidente municipal de Cuernavaca dijo estar "harto de tanta corrupción, harto de estos diputados que se venden por unos centavos", en referencia al dictamen que aprobó el Congreso local para revocar su mandato como alcalde.
El exfutbolista es acusado de haber cobrado 7 millones de pesos para ser candidato del PSD al ayuntamiento de Cuernavaca el pasado 5 de junio. En estas elecciones, Cuauhtémoc Blanco resultó ganador con el apoyo de 39,861 votantes frente a la coalición del PRI, PANAL y PVEM que obtuvo 31,455 votos. Ante las acusaciones por parte del Congreso morelense, él las negó e inició una huelga de hambre frente al Congreso del estado en forma de protesta.
Hoy anuncié que estoy en huelga de hambre hasta que alguna institución asuma la protección del estado de derecho: https://t.co/MUaf5QulT6 pic.twitter.com/44YFTos0hR
— Cuauhtémoc Blanco (@CuauhtemocBco) December 17, 2016
La huelga de hambre no pasó desapercibida, centenares de ciudadanos se solidarizaron con el mandatario y expresaron muestras de apoyo en el lugar donde realizaba su protesta:
Blanco levantó la huelga de hambre después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le otorgó una suspensión contra la resolución del Congreso estatal. Así, Cuauhtémoc Blanco sigue al frente del ayuntamiento de Cuernavaca.
3. “ME VOY A TOMAR ATRIBUCIONES QUE NO TENGO”
Mauricio Fernández Garza afirmó que haría "todo lo que sea necesario" para enfrentar al crimen organizado, incluso tomarse atribuciones que estén fuera de la ley. Este fue uno de los sellos del alcalde de San Pedro Garza, Nuevo León, el municipio con mayor riqueza de Latinoamérica, cuando tomó posesión como alcalde en 2009, en medio de una ola de violencia que amenazaba su ciudad.
El primero de noviembre de 2015 inició su tercer mandato como alcalde de San Pedro Garza, la segunda ocasión fue de 2009 a 2012 y la primera incursión en el gobierno entre 1989 y 1991. Cada que se presenta a una elección, los ciudadanos lo respaldan con su voto. Y no sólo en en San Pedro Garza, en el 2000 pidió el voto a todos los neoleoneses para conseguir un escaño en el Senado y lo logró.
A él la política no le interesa, lo suyo “es la patria”, dice. Con declaraciones como “la guerra no se gana rezando, se gana peleando y estamos en una guerra (contra la inseguridad)” se definía como un político de temer, pero que terminó con la inseguridad en su municipio. A Fernández Garza le no le molesta que maten secuestradores, "esa gente no debe vivir", el castigo para un secuestrador es la muerte, expresó.
Durante uno de sus informes, por ejemplo, anunció que "le acababan de informar" que quien comandaba los secuestros en San Pedro Garza, “el Negro Saldaña”, había aparecido muerto en el Distrito Federal junto a 3 presuntos secuestradores. Lo dijo con orgullo, mientras el auditorio rompió en aplausos. No hay medias tintas para el regiomontano, cuando se le cuestionó si él estaba involucrado con la muerte de Saldaña contestó, con risa irónica, que fue “una coincidencia que no le molestó”.