TECÁMAC, Edomex.- El pequeño dueño de Scooby, el perrito que el domingo pasado fue aventado a un cazo con aceite hirviendo, dijo que extraña mucho a su compañero.
"Siempre jugaba con él en las tardecitas, cuando me despertaba corría con él”.
El niño expresó que Sergio "N", el presunto responsable del delito de maltrato animal "está loco, ¿por qué hizo así?, si ese perro era inocente, ¿por qué le hizo eso?”, cuestionó.
Lamentó el no haber podido salvar de la muerte a Scooby, “cuando lo vi ahí (en el cazo), yo lo que hice fue regresarme a la casa”, refirió el menor de edad en una entrevista difundida en redes sociales.
La señora Lucía Martínez, mamá del pequeño, indicó que su hijo escuchó cuando Scooby se lamentó, por lo que imaginó que le habían pegado.
“Cuando él salió (de un negocio), ya al perrito lo iban sacando del cazo. Cuando él vino a decirme la noticia pues yo no le creía, no le creía a mi hijo, pero ya después ya le creí, ¿porque?, porque yo misma pase por allá y lo fui a ver, yo misma fui a verlo cómo estaba”, sostuvo la madre de familia.
La señora Lucía dijo que en su hogar le habían improvisado una casita para que durmiera el perrito, a quien habían acogido como parte de la familia.
¿Qué le pasó a Scooby?
El domingo 28 de mayo la señora Lucía Martínez pidió a su hijo que fuera a la carnicería a comprar bisteces ya que ella se encontraba lavando, el menor tomó su bicicleta y acompañado de Scooby llegó a cumplir el encargo de su mamá.
Al salir de la carnicería el pequeño vio que Scooby estaba jugueteando con otro perrito, por lo que acudió a una tienda cercana a comprar otro encargo, minutos después escuchó que el perrito lloró, y pensó que lo habían revolcado otros perros, salió y lo buscó, y vio como el hombre de la carnicería lo estaba sacando del cazo de aceite.
Después de que el hecho se difundiera, este martes, las autoridades judiciales del Estado de México ubicaron y capturaron en la Ciudad de México, a Sergio "N", acusado de maltrato animal.
De hallarlo culpable, el Juez que lleva el caso podría sentenciarlo a seis años de prisión, como lo estipula el Código Penal del Estado de México.