Porque este proyecto es uno de los que López Obrador quiere concretar para impulsar el crecimiento de Pemex
Gatos salvajes, boas y manglares se convirtieron en un obstáculo inesperado para uno de los proyectos más ambiciosos del presidente Andrés Manuel López Obrador: la refinería en el puerto de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco.
De acuerdo con un reporte de la agencia Reuters, antes de que AMLO tomará posesión como titular del Ejecutivo (el 1 de diciembre de 2018), se había comenzado a talar vegetación protegida en un terreno de la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex); el terreno está ubicado en Tabasco y alojaría a la nueva refinería en Dos Bocas.
Pero de acuerdo con Reuters, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), regulador ambiental de Pemex, dictaminó en enero pasado que el contratista que deforestó el predio para la refinería no tenía los permisos adecuados para hacerlo y le impuso una multa de unos 700 mil dólares.
Para la ASEA, el proyecto de la refinería sólo puede seguir adelante una vez que se haya hecho y aprobado un estudio completo del impacto ambiental y se tengan los permisos de uso de suelo.
"Eso podría retrasar el proyecto de la refinería por meses o incluso años, justo cuando el gobierno está tratando de aumentar la producción de petróleo, modernizar seis refinerías de Pemex, además de construir la nueva en Tabasco", informó Reuters.
La agencia de noticias entrevistó a Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), una organización de defensa del ambiente, quien aseguró que Pemex se meterá en problemas legales si sigue actuando apresuradamente con la refinería de Dos Bocas.
“Si avanzan rápido sin contemplar las leyes que tienen que cumplir, ellos se van a convertir en su propio enemigo”, expresó Alanís.
Determina Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) que hubo desmonte ilegal de vegetación en predio destinado a la refinería en Dos Bocas https://t.co/rGAoAiYXvg pic.twitter.com/dtboRxbzhn
— CEMDA (@CEMDA) 24 de enero de 2019
El Gobierno de México ha dicho que planea licitar la construcción de la refinería de Dos Bocas, con un costo de 8 mil millones de dólares este mes y terminarla en tres años.
ESPECIES EN PELIGRO
Pemex llegó a Paraíso a finales de la década de 1970 en búsqueda de una sede para un puerto petrolero tras el hallazgo del yacimiento Cantarell en el Golfo de México.
Sin embargo la empresa productiva del Estado no utilizó el predio semicircular ahora destinado para la refinería y los habitantes pudieron seguir cosechando frutos durante varios años. Finalmente, la zona fue abandonada, la vegetación creció y empezó a regresar la fauna.
"Varios tipos chorlos, garzas y una de halcón, así como un par de especies de iguanas y culebras clasificadas como amenazadas, además del chorlo chiflador en peligro de extinción, fueron identificados en Paraíso por la Conabio, una comisión gubernamental que estudia la biodiversidad. La Conabio también ha identificado varias especies de aves, reptiles y anfibios bajo protección especial en Paraíso", refirió Reuters.
Además en el terreno donde se construiría la refinería se hallaron huellas del yaguarundí, un gato salvaje, dijo ASEA a Reuters, junto con una gran variedad de especies de aves y tortugas.
Un estudio realizado por un instituto gubernamental hace varios años concluyó que Paraíso era un lugar de riesgo para una refinería debido a la biodiversidad que alberga. La Conabio también identificó un manglar protegido por las leyes mexicanas, zonas de cultivos de palma y elementos remanentes de selva entre la vegetación que fue removida.
“Lo que nosotros queremos es que la laguna no se dañe”, dijo Manuel de la Cruz, líder de una federación pesquera en Paraíso y quien pesca desde que tenía ocho años de edad. El pescador dijo que entregó un documento a AMLO cuando visitó Paraíso en diciembre diciéndole que los pescadores ya no quieren seguir recibiendo “migajas” del gobierno.
AMLO no ha hecho comentarios acerca de la sanción de la ASEA por el desmonte del predio.