México debe respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas migrantes, sin embargo hasta ahora su política migratoria ha sido "cruel e inhumana", dice en entrevista con Nación321, el maestro Andrés Pacheco, Subdirector de Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
A una semana de que un centro migratorio de Ciudad Juárez se incendiara, dejando al menos 40 extranjeros fallecidos, los cuestionamientos al Instituto Nacional de Migración (INM), que administraba este lugar, crecen.
Hasta ahora sólo se ha fincado probable responsabilidad de los hechos a guardias de la estación migratoria, en su mayoría de una empresa privada, lo que ha generado descontento, sobre todo luego de la filtración de algunos videos que muestran la manera en que, en medio de un incendio, los migrantes permanecen encerrados en una especie de celda, sin que nadie los auxilie.
En este sentido, el maestro Pacheco resalta la importancia de que se sancione a quienes son responsables de la política migratoria nacional.
"Ante este suceso, desde Amnistía Internacional llamamos a que haya sanciones e investigaciones adecuadas, pero que no sólo se haga a nivel operativo. Nos parece importante que también se sancione en los más altos niveles, a quienes están formulando la política migratoria, porque los discursos y la política pública también generan realidad y la forma en la que se expresan las autoridades, para denostar o atender un suceso también generan realidad", señala.
A la par, plantea que es importante que el Estado mexicano implemente políticas adecuadas, apegadas a derecho internacional y que no consideren migrar como un delito.
"En México migrar es riesgoso y peligroso. El estado está obligado a tres cosas: respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas en tránsito (...) En el caso de Juárez necesitamos garantías de no repetición, para que esto no vuelva a suceder y que entonces podamos apostarle a que el Estado garantice la gestión de la migración a través de principios de verdad, vida e integridad, no a través de recluirles, porque además muchas de estas personas no estaban cometiendo ningún delito", dice.
Sobre los centros migratorios regulados por el INM, de los que hay denuncias públicas por malos tratos a quienes son trasladados ahí, el Subdirector considera que, desde la experiencia de Amnistía, estos existen y se deben corregir.
"Hemos visto que además de los delitos de los que pueden ser víctimas las personas migrantes, cuando están en estos en estos centros de detención, están en condiciones de hacinamiento e insalubridad. No tienen acceso al agua suficiente, ni a la alimentación adecuada (...) las políticas migratorias en México deben tener un cambio que permita a las personas transitar con seguridad y con dignidad", apunta.
De acuerdo con Andrés Pacheco, pueden ser variadas la razones para migrar, pero ninguna es cuestionable y en su mayoría están ligadas a la búsqueda de condiciones de vida digna, por lo cual es un derecho garantizar tránsitos seguros por los territorios.
"Son vidas, son vidas de personas, que tienen una historia familiar y personal, que están haciendo eso, historia en el mundo (...) Las personas que están migrando pasan por diferentes interseccionalidades, ya sea de género, raza, clase social, condición económica y es importante ver que muchas veces ellos se van porque consideran que va a mejorar sus condiciones de vida", explica.
"Independientemente de las condiciones por las que una persona decida migrar y transitar, es importante que en este tránsito y en este camino, pueda cumplir con el deseo de una vida mejor", añade.