Porque estos mexicanos fueron de los personajes más influyentes del siglo pasado
¡Pero qué necesidad!
No solo el presidente Andrés Manuel López Obrador fue espiado por el Gobierno de México sino que otros importantes personajes de la vida pública también fueron vigilados, incluyendo el comediante Mario Moreno Cantinflas, el cantautor Juan Gabriel, la artista Frida Kahlo, el muralista Diego Rivera y hasta el premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.
Así lo reveló en una historia este viernes la agencia AFP, que destacó que el gobierno mexicano utilizó a infiltrados en las universidades, movimientos sociales o células del crimen para poder espiar a opositores. Pero el gobierno también tenía "antenas" en los teatros donde los comediantes se burlaban del presidente.
"Hay archivos de artistas como Mario Moreno Cantinflas o Juan Gabriel, y de figuras históricas como Fidel Castro, Ernesto Che Guevara y John F. Kennedy, incluido su asesino Lee Harvey Oswald", refiere la historia de AFP.
Cabe mencionar que el presidente Andrés Manuel López Obrador informó el 14 julio de 2018 que era espiado por el Gobierno de México afuera de su casa, cuando iba al supermercado e incluso adentro de las salas de cine.
En marzo pasado, AMLO firmó un decreto para abrir los archivos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y de la Policía Federal que se encuentran en el Archivo General de la Nación.
Tras la decisión de abrir los archivos del desaparecido Cisen, López Obrador agregó que no quedará ningún archivo secreto y habrá total transparencia.
CONVERSACIÓN CON UN "RECOLECTOR"
La AFP conversó con un “recolector” de información con décadas de experiencia y con un exfuncionario que atestiguó cómo se usaba la información recolectada por el gobierno.
El hombre que espiaba para el gobierno fue reclutado cuando era adolescente y estudiaba el bachillerato y con el paso de los años simulaba ser un funcionario universitario.
"El 'recolector' recibía como pago dinero en efectivo, libros o boletos para eventos deportivos. Después le ofrecieron trabajo formal con buen salario. Entonces supo para qué órgano trabajaba. Reaccionó furioso... era un buen sueldo y en casa no abundaba el dinero. Hice exámenes muy rigurosos. Empecé a mandar informes cotidianos de lo que veía en universidades públicas y privadas, iba a manifestaciones, conciertos, partidos de futbol”, le dijo el informante a la AFP.
Los objetivos del "recolector" eran estudiantes, académicos o personajes que acudían a universidades. Su carácter le facilitaba pasar como cualquier estudiante. Sin teléfonos móviles, sus armas eran su memoria, bolígrafo y papel.
"Cuando un personaje repuntaba, elaboraba un archivo detallando todas sus actividades, incluida su vida privada. Parte del perfil de una persona son sus vulnerabilidades, como vicios o preferencias sexuales. Es lo que sirve para frenarlo”, narró la persona a la AFP.