La pandemia de COVID-19 ha generado un aumento de la violencia y los síntomas asociados a depresión entre las juventudes de la Ciudad de México, advirtió la ONG Population Council.
Al presentar los resultados preliminares de un estudio denominado VoCes-19, destacó que 33 por ciento de los entrevistados manifestó que la violencia en sus casas aumentó en severidad, frecuencia, o ambas, desde que inició la pandemia.
Mientras que 8 por ciento de los participantes respondió que todos los días han tenido pensamientos suicidas o autolesivos, es decir, que estaría mejor muerta o muerto, o en lastimarse de alguna manera.
Isabel Vieitez Martínez, directora General de Population Council, convocó a las autoridades de la Ciudad de México, alcaldes, docentes, organizaciones de la sociedad civil, familias y público en general, a involucrarse para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.
Comentó que de las primeras mil 203 personas encuestadas, de un universo de 6 mil 144 a consultar en la Ciudad de México, el 44 por ciento dijo haber sido víctima de violencia psicológica a lo largo de su vida.
Añadió que el 23 por ciento de las y los jóvenes observó un incremento en los actos de violencia, y 27 por ciento, un incremento en los crímenes perpetrados en sus vecindarios desde el inicio de la pandemia, en marzo 2020.
Sobre la depresión, indicó que los actos suicidas o autolesivos ascienden a 8 por ciento, y se incrementan hasta 13 por ciento en la población LGBT+.
Señaló que dichas cifras son superiores a las reportadas en la Encuesta de Consumo de Drogas en Estudiantes de la Ciudad de México, en 2012, de 6.4 por ciento.
“De acuerdo con la escala del PHQ-9, que mide los síntomas asociados a depresión y clasifica dichos síntomas en una puntuación 0-27, el 24 por ciento de las y los jóvenes que han respondido la encuesta alcanzaron puntajes que les califica con moderadamente severos o graves”, subrayó.
Detalló que estos síntomas se reportaron en mayor proporción en mujeres (26 por ciento), en comparación a los hombres (16 por ciento).
Agregó que el aumento del estrés a nivel de los hogares, ya sea por la situación laboral de los padres, el incremento de violencia, el aislamiento, la falta de convivencia y socialización con sus pares, y la incertidumbre sobre su futuro son factores que pueden contribuir al recrudecimiento de esta problemática.