La Secretaría de Cultura dio a conocer este sábado que Helvia Martínez Verdayes, modelo de La Diana Cazadora, murió a los 100 años.
Martínez Verdayes fue la modelo que posó para la realización de la icónica escultura de la Fuente de la Flechadora de las Estrellas del Norte, conocida como la Diana cazadora, además de la fuente de petróleos, ambas obras del escultor Juan Fernando Olaguíbel y del arquitecto Vicente Mendiola.
La identidad de quién posó para el artista fue por mucho tiempo un misterio. Helvia Martínez Verdayes nació el 22 de mayo de 1921, por muchos años se dijo que tenía alrededor de 16 cuando posó para Juan Fernando Olaguibel, pero en 2016 dijo a El Universal, que en realidad tenía 20 años.
Antes de ser la modelo para la escultura, ubicada en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, trabajó como secretaria de cinco directores de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Fue ahí donde se le propuso que modelara para la escultura. La joven aceptó y la escultura fue elaborada de abril a septiembre de 1942, mes en que finalmente se realizó la fundición en bronce.
Durante todo ese tiempo, Helvia Martínez posó desnuda para el escultor sin recibir pago alguno a condición de guardar en el anonimato su identidad, como declararía hasta en junio de 1992; además ella fue la modelo de la Fuente de Petróleos, 10 años después, en 1952.
De acuerdo con El Universal, Martínez Verdayes fue esposa del ingeniero priista Jorge Díaz Serrano, quien fue director de Pemex y fue a prisión por cinco años, acusado de fraude por 35 millones de dólares durante su gestión. Tras ser exonerado se retiró de la vida política y falleció en 2011.
En 1992 Helvia Martínez publicó el libro "El secreto de la Diana cazadora", donde por primera vez despejó el misterio de que ella fue la modelo de la escultura y que la razón del silencio fue el miedo de que la fueran a despedir de Pemex. En junio de 2016 la modelo de La Diana recibió Las Alas de la Ciudad.
La Fuente de la Flechadora de las Estrellas del Norte fue inaugurada el 10 de octubre de 1942 y desde ese momento se ganó el afecto de los capitalinos, quienes la empezaron a llamar “La Diana Cazadora”, pero desde esa fecha también se ganó las críticas de los sectores más ultraconservadores de la sociedad mexicana de la época pues la Liga de la Decencia protestó y dos años después le colocaron una falda de bronce.
En 1967 recuperó la desnudez pero resultó dañada por los cambios, de tal manera que se mandó a hacer una réplica. La original se encuentra en Hidalgo.
