Desde que México inició con la Jornada de Sana Distancia en marzo del año pasado a junio del 2021, el turismo perdió 1.4 billones de pesos en derrama, incluida la entrada de divisas y el consumo interno de viajeros mexicanos que visitaron algún destino dentro del propio país.
Durante el año pasado la reducción de gasto relacionado con las actividades turísticas –que incluyen transporte, aerolíneas, hospedaje y restaurantes– fue de cerca de un billón de pesos, mientras que en el primer semestre de este año, la pérdida se acercó a los 400 mil millones de pesos, de acuerdo con datos recabados por el Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac.
Francisco Madrid Flores, director del Cicotur, aseguró que aún no se puede hablar de una recuperación completa del sector, debido a que, mientras los destinos de sol y playa se han beneficiado de la llegada de viajeros nacionales e internacionales, otros, como los de ciudad, no han podido levantarse.
Lo anterior, dada la dependencia de estos destinos a los viajeros de negocios, que todavía están lejos de los niveles prepandemia. A ello, es necesario sumar las reducciones que las empresas han realizado en sus presupuestos de viajes de incentivos o para cerrar acuerdos de negocios.
Además, el gobierno poco ha hecho para evitar el descalabro sufrido. El único programa que ha realizado es no cerrar las fronteras aéreas ni imponer restricciones de entrada para los viajeros internacionales
Esto le ha ayudado al turismo a acercarse, cada vez más, a los niveles prepandemia: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que los turistas de internación –aquellos que pernoctan en el país más allá de las zonas fronterizas–, fueron apenas 2.5 por ciento menores en septiembre a los registrados en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, señaló Madrid, la industria turística mexicana sigue con un 30 por ciento por debajo en todos los indicadores: ingreso de turistas, derrama y ocupación hotelera.
Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), refirió que no se puede hablar de una recuperación plena en el sector hasta que otros destinos turísticos –lejos de las costas– alcancen los niveles prepandémicos.
A las preocupaciones del sector, también se ha sumado otro problema: la inseguridad.
“Veíamos que hay una recuperación interesante en playas que se puede afectar por la inseguridad”, remarcó Arsuaga, esto a propósito de los recientes asesinatos vinculados al narcotráfico en plena zona hotelera de Cancún.
En el segundo trimestre de este año, en comparación con el mismo periodo del 2019, el PIB turístico tuvo un retroceso cercano al 20 por ciento.
Pese a ello, el turismo es una de las pocas actividades turísticas que reporta una balanza de pagos positiva, es decir, la diferencia entre entrada y salida de capital continúa estando en terreno positivo, esto en comparación con sectores como el petrolero y el sector comercial, que tienen déficits de casi 10 mil y 20 mil millones de dólares respectivamente.
El 'hueco' que tiene aún la actividad turística impacta en los empleos generados por el sector: la diferencia de empleo, entre el primer trimestre del 2020, antes de la llegada de la pandemia, y el segundo trimestre de este año, es de más de medio millón de empleos perdidos, esto tomando en cuenta los registros del IMSS.
México tiene una tendencia positiva de cierre de año, impulsada por el crecimiento de asientos de avión entre Estados Unidos y México, con fronteras abiertas de Canadá y una oferta hotelera cada vez mayor en los principales destinos de playa.
En opinión de Alejandro Calligaris, country manager de Despegar México, las ofertas que ofrece el sector turístico en esta última parte del año permitirán afianzar la demanda de viajes en la época decembrina.
“En este último trimestre los eventos de descuentos representan una oportunidad para quienes piensan viajar y celebrar las fiestas decembrinas en otro lugar e incluso, para quienes busquen viajar el próximo año”, apuntó.
Aunque organismos internacionales apuntan a una recuperación de viajes hacia 2023 y 2024, es posible que México se recupere, a nivel doméstico, hacia finales de este año o inicios del otro.