La Cámara de Diputados aprobó esta semana un proyecto de decreto que adiciona disposiciones a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con lo cual se incluyen los conceptos de violencia simbólica y mediática.
Este dictamen define a la violencia simbólica como "la expresión, emisión o difusión por cualquier medio, ya sea en el ámbito público o privado, de discursos, mensajes, patrones estereotipados, signos, valores, icónicos e ideas que transmiten, reproducen, justifican o naturalizan la subordinación, desigualdad, discriminación y violencia contra las mujeres en la sociedad", destaca un comunicado de la Cámara baja.
Además, se señala que se considerará como violencia simbólica a los concursos, certámenes, elecciones, competencias y cualquier otro tipo de eventos que promuevan estereotipos de género y que evalúen de forma integral o parcial la apariencia física de mujeres, niñas y adolescentes.
Es por esto que las instituciones públicas no podrán asignar recursos, subsidios ni publicidad oficial, además de cualquier tipo de apoyo económico o auspicio público, a la realización de este tipo de concursos.
Sobre la violencia mediática, esta es definida en el proyecto como la expresión a través de cualquier medio de comunicación de contenidos que, de manera directa o indirecta, promuevan estereotipos de género, humillación, explotación, degradación, desigualdad, discriminación u otras formas de violencia contra mujeres.
Para todo lo anterior, el dictamen aprobado por los y las diputadas propuso agregar la violencia simbólica al artículo 6 de la ley, así como tres modalidades más de violencia al título II (violencia política, violencia obstétrica y violencia mediática).
Al respecto de la iniciativa, la diputada Beatriz Rojas, de Morena, señaló en un comunicado que los contenidos mediáticos impresos, electrónicos y digitales producen patrones estructurales machistas que van en contra de la dignidad de las mujeres.
La violencia simbólica está basada en el desprecio y la burla, además de la desconfianza hacia lo que es o hacen las mujeres, y a través de esta se justifica la subordinación femenina, añadió; es por eso que este tipo de violencia causa que ellas parezcan culpables o responsables por la discriminación que sufren.