El festejo del Día de los Muertos es una tradición híbrida que mezcla a la cultura española, pero se basa en creencias indígenas; sin embargo, hay una diversidad de celebraciones a lo largo del país.
Los festejos de los Fieles Difuntos se centraban principalmente en el calendario agrícola, pues coincide con el final del ciclo del maíz y esto se reitera de alguna manera con el homenaje que se le hace a la muerte a través de ofrendas llenas de comida.
De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, las fechas en que se celebra a los difuntos al norte, centro y sur del país pueden cambiar, pero siempre rondan los últimos días de octubre y los primeros de noviembre.
Y este festejo ha llegado a ser tan importante en el país que hasta la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce esta tradición como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
En las ofrendas los mexicanos expresamos todos nuestros sentimientos para los seres queridos que ya partieron: alegría, melancolía, tristeza y hasta esperanza de volverse a encontrar, son algunas de las manifestaciones que se representan en los altares con diferentes elementos.
La creencia es que los difuntos regresan para disfrutar de los regalos que se le dejan en la ofrenda y convivir un día del año con sus seres queridos en el mundo material.
Por ello las familias se preparan para recibir a sus muertos y agasajarlos como a ellos les gustaba, con comida, bebida, flores y veladoras. Además a los niños se les dejan dulces, chocolates o juguetes para que disfruten su estadía.
Aunque el fin es el mismo, cada región del país tiene su manera particular de montar su ofrenda para sus muertos, éstas son algunas de ellas:
ZONA DE LA HUASTECA
La celebración del Xantolo es una festividad que se prepara desde meses antes del 1 y 2 de noviembre, y su nombre se dice, deriva del latín sanctorum. La acepción náhuatl Xantolo significaría pues “fiesta de muertos”.
La elaboración de los altares se basa en la flor cempasúchil y “mano de león” o mistonmaitl con las cuales se adornarán las ofrendas y los cementerios.
Según las creencias indígenas de la Huasteca, el 29 de septiembre con la fiesta de San Miguel Arcángel inicia el regreso a la tierra de las almas desde el cementerio.
Para el 1 de noviembre quedan listas las ofrendas que se basan principalmente en la flor. Los altares se componen en mesas adornadas con flores de cempasúchil y manteles bordados y algo característico son las velas o ceras delgadas y largas, además no falta la comida, bebidas e imágenes de santos.
Entre la comida está mole de guajolote, pollo, aguardiente, cigarros y tamales, sin faltar el chocolate
El Xantolo se caracteriza por los bailes con máscaras al son de la música de huapango. Que lo convierte en un gran atractivo turístico.
EL VALLE DEL MEZQUITAL
Los indígenas otomíes, en particular los hñahñu son originarios del Valle del Mezquital, en la zona semidesértica del estado de Hidalgo y en sus festejos regresan muchos migrantes que trabajan en el extranjero para compartir la fiesta con sus difuntos.
La costumbre entre los otomíes o hñahñu del Mezquital se centra en elaborar altares a base de mesas, tablas y cajas, cubiertos con manteles y servilletas bordadas. Una vez logrados dichos "basamentos", se colocan en ellos las "ofrendas", cuadros de santos o bien imágenes de los antepasados familiares. Las paredes de las casa sirven en su momento como verdaderos "alzares" o "portadas" del "altar".
A veces las las familias suelen hacer "tendidos", con petates o algún otro elemento propicio, y en ellos colocan frutos, flores, comida, lo mismo que velas y copal, esto es, la llamada "ofrenda".
La ofrenda por lo regular suele estar compuesta de flores y papel picado, la comida es importante y aparecen alimentos propios como el atole champurrado y panes especiales como el pan de huevo. Se guisa de igual manera mole, guajolote y tamales llamados "trabucos'.
Al día siguiente los deudos disfrutan la comida que dejaron sus difuntos.
OFRENDA DE GUERRERO
La región me'phaa (tlapaneca) que se halla en la Sierra Madre Sur y la costa del Estado de Guerrero tiene un tradicional festejo del Día de Muertos.
Pese a ser región pobre, en la fiesta no hay reparo y los preparativos se inician 15 días antes. El día 31 las familias alistan sus casas con su altar muy adornado, primero para los niños a los que dejan frutas y golosinas. El día 2 de noviembre llegan los muertos grandes, a ellos se les ofrendan comidas regionales, que son preparados desde la noche anterior, este día también se visitan las tumbas para arreglarlas y colocar ofrendas.
Además de los altares con flores y copal, la comida es un elemento importante cada ofrenda, casi nunca falta el arroz con leche, pipián con carne de iguana, pollo o puerco con tamales nejos, pozole blanco con carne de puerco, elopozole, pollo o res con chile, manteca, chipile o tichinda, de ejote, de arroz, garbanzo, frijol molido o entero, envueltos en hojas de maíz o plátano.
Muchas familias invitan a familiares y amigos al día siguiente para departir con la comida que queda.
PUEBLOS INDÍGENAS NAHUAS
La celebración del Día de Muertos entre los nahuaz inician un mes antes con los rezos y repiques de campanas por las madrugadas en las iglesias y capillas de los pueblos, venerando a la imagen de las ánimas.
El día 31 de octubre se recibe en las casas a los angelitos (niños), en el altar ricamente adornado con flores se colocan figuras de angelitos y dulce de calabaza además de frutas.
El 1 de noviembre se dedica a los difuntos grandes y el 2 se visitan las tumbas en el panteón con velas, veladoras, flores, pan y rezos.
OFRENDAS PURÉPECHAS DE MICHOACÁN
Los purépechas habitan principalmente en la zona lacustre y montañosa del estado de Michoacán. Es tradición que a los difuntos que cumplen el primer año de su fallecimiento se les realice un novenario que inicia una semana antes de las fechas de todos santos.
Dos días antes de concluir el novenario se sacrifica un cerdo para que la carne esté lista para el pozole que se ofrecerá el día noveno.
El altar se monta con un arco de carrizo ya adornado con flores de cempasúchil y terciopelos. Después de hacer los rezos y poner la ofrenda se come el pozole entre los asistentes para después llevar el arco al panteón. Ahí se inicia la velación que dura toda la noche hasta el amanecer.
En la casa del difunto queda el altar que dura dos días más después de la fecha 2 de noviembre, el arco floral se queda en el panteón y las frutas y panes que tenía el arco se desprenden y se llevan al altar de difunto.
OFRENDAS DE SINALOA
En la zona del Pacífico mexicano, las ofrendas a los Fieles Difuntos no faltan las flores, blancas, las cruces de madera un vaso de agua, y sal.
En el nivel de la tierra, se coloca la fotografía de la o las personas a las que se les rinde tributo. Al igual que las demás ofrendas la comida tiene su particularidad y allí abunda el pan de muerto, frutas y dulces.
El altar en forma de escalinata tiene una base que representa al inframundo y se incluyen 13 veladoras, cañas, mandarinas, cacahuates y las flores amarillas como la cempaxúchitl, con las que se indicará el camino.
Asimismo, se debe purificar el altar con inciensos, hierbas o especias de olor como la canela, romero, clavo, eucalipto, entre otras.
Los dulces son para que pueda saborizar su cuerpo, la sal para que no se corrompa su cuerpo el agua para que mitigue su sed, así como, todos los placeres de la comida y la bebida.
Otra costumbre es poner un espejo para que cuando llegue el difunto se pueda ver, se pueda limpiar y por eso dejan una bandeja con agua, jabón y una toalla.
OFRENDA DEL PUEBLO YAQUI
El pueblo yaqui ocupaba una extensa franja costera y de valle al sureste del estado de Sonora. En cada uno de estos ocho pueblos se manifiesta y desarrollade una manera muy significativa las ceremonias para los difuntos.
La celebración del día de las ánimas empieza a partir del 1 de octubre, pero es en los pueblos de Pótam y Huírivis donde existe una característica especial ya que, en la iglesia del pueblo, en medio de rezos y alabanzas es sacado de un lugar especial un cráneo de una persona que en vida fue sacerdote.
También se colocan tapancos, donde se ponen todos los alimentos que consumen los niños. Todo el mes de octubre se realizan “kontis” (procesiones) todos los lunes hasta llegar el día 31: en este transcurso las personas que tienen ánimas adultas se preparan, previa colocación del tapanco, para recibir y brindarles los alimentos que degustaban en vida sus familiares. Esto es el día primero de noviembre; día en que se festeja el día de los difuntos adultos. El día dos se celebra con danzas de los matachines, procesiones, cantos y rezos en la iglesia y cementerios de los pueblos.
OFRENDA ZAPOTECA EN OAXACA
Los zapotecos son el pueblo indígena más numeroso del estado de Oaxaca y es allí donde se acostumbra visitar el panteón unos días antes de que empiece la celebración de día de muertos.
La familia acude toda la familia a limpiar las tumbas y a hacer la invitación a los muertos para que regresen al pueblo unos días. Los días 30 y 31 de octubre se comienza a preparar el altar. A los lados del altar se ponen las cañas sin faltar la flor amarilla de los muertos en sus diversos tamaños, flor que alfombra y aromatiza los campos de esta comunidad. El pan con figura humana es otro elemento que no puede faltar al igual que el mezcal de gusanito y los tamales de frijol envueltos en hojas de maíz.
El día 1ro. de noviembre es dedicado a los angelitos que no se lograron en esta tierra y el día 2 es dedicado a los fieles difuntos este día se festeja a los antepasados. Los días 3 y 4 son para ir a dejar a los difuntos al panteón se acostumbra acompañarlos y disculparse si hubo mala atención.
OFRENDA EN PUEBLA
El frente montañoso que compone la Sierra Norte de Puebla los preparativos para estas fiestas dan inicio el 30 de octubre con el arreglo de los altares familiares, este día se cosechan las flores que previamente fueron sembradas para la ocasión, se preparan tamales con carne de cerdo y se coloca en el altar café y atole para recibir a los muertitos el día 31 de mismo mes.
El día 1ro de noviembre es dedicado a los muertos mayores, para este día ya deben estar colocados en el altar todos los alimentos y bebidas correspondientes, este día se invita a rezanderos de la comunidad a que realicen el rosario. Durante toda la noche se cocina ya que el día 2 es obligada la visita a los compadres y ésta debe ser acompañada de una ofrenda. El mismo día se visita el panteón al que llevan arcos florales para ser depositados en las tumbas de los difuntos.
OFRENDA TZOTZIL EN CHIAPAS
Los tzotziles son un grupo mayense, que junto con los tzeltales y tojolabales, habitan la región de los Altos de Chiapas. La celebración de la fiestas de muertos en esta comunidad, da inicio el 31 de octubre, fecha en la que se preparan los altares en la casas, en estos se colocan 9 ramas de pino sobre la pared y hojas del mismo árbol sobre le piso.
El 1ro. de noviembre se acostumbra visitar el panteón para limpiar las tumbas y adornarlas con hojas de pino formando una mullida y olorosa alfombra, rezan a sus muertos y comparten con ellos los alimentos. Por la tarde regresan a sus casas y colocan la ofrenda familiar que consiste en bebidas de cacao “pozol”, frutas, tamales y guisados de carne de res, además de velas y flores. El día 2 regresan por la mañana al panteón para llevar ofrendas velas, flores y comida.
OFRENDA TOTONACA EN VERACRUZ
La fiesta conocida como Todos Santos o días de Muertos, en todo el territorio totonaca de la región de Papantla. El término Ninín significa “muertos” en lengua totonaca y se usa para referirse a la temporada en que tiene lugar el retorno de las almas de los difuntos.
El altar se entiende como un pequeño mundo que contiene la tierra, su vegetación aromática que le dan las flores, el agua que se coloca tanto abajo como sobre el altar que simboliza la propia tierra, el fuego y su aroma que también contiene un incensario. En la parte de arriba esta el cielo, confeccionado con hojas de tepejilote, las estrellas y un sol central elaborado con hojas de palma de coyol y otras figuras del mismo material.
OFRENDA EN CAMPECHE
En Campeche el culto a los muertos inicia el 31 de octubre con la celebración a los Pixanitos, día dedicado a las almas de los niños que han fallecido.
Se preparan grandes tamales de carne de cerdo y pollo que se cocinan bajo tierra con la participación de toda la familia.
Se coloca en cada hogar donde un niño a partido, altares con los juguetes preferidos, alimentos, veladoras y la foto del difunto.
Para la cultura maya es muy importante esta celebración que se encuentra muy arraigada en la población, donde aún habitan los herederos de esta raza.
En el poblado de Pomuch, ubicado a 54 kilómetros de la capital campechana existe la tradición de sacar de los osarios los restos de sus familiares para lavarlos y así limpiarlos mientras se platica con ellos.
El espectáculo del lavado de huesos en Pomuch ya trascendió a nivel internacional y por ello el 31 de octubre habrá una presentación para conmemorar a los muertos con la participación de la autoridad del Patrimonio Cultural del Estado de Campeche.