El día en que la contaminación mató a miles de personas

La 'Gran Niebla' fue producida por el uso de carbón en exceso
La 'Gran Niebla' fue producida por el uso de carbón en exceso
Contaminación.La 'Gran Niebla' fue producida por el uso de carbón en exceso
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Nación321
2023-02-24 |13:50 Hrs.Actualización13:50 Hrs.

La contaminación, la contingencia ambiental y hasta el Hoy No Circula se han convertido en cosas comunes en la Ciudad de México en ciertas temporadas del año, a causa del calor y el poco viento. 

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En el Valle de México, el ozono tiende a concentrarse en niveles más altos desde mediados de febrero hasta principios de junio y esta sustancia tiene importantes efectos en la salud humana y afecta principalmente a niñas, niños, mujeres embarazadas, personas adultas mayores y personas con enfermedades preexistentes.

Con esta temporada de ozono llegan las alergias, las enfermedades y malestares respiratorios e incluso padecimientos y consecuencias más graves.

El día en que la contaminación mató a miles en Londres

Sin embargo, esta no es la primera crisis de este tipo del mundo, pues una de las más emblemáticas ocurrió en 1952 en Londres, Inglaterra, dejando un saldo de más de 4 mil muertos en tan solo 4 días.

Aquí te contamos la historia sobre esta crisis londinense y sus consecuencias.

¿QUÉ PASÓ?

Del 5 a 9 de diciembre de 1952, la ciudad de Londres vivió lo que posteriormente se conocería como "La Gran Niebla". En realidad esa "niebla" estaba formada por humo y partículas contaminantes.

Pero, ¿cómo fue que esto ocurrió?

Antes que nada hay que saber dos cosas: primero, ese invierno fue más frío que el de años anteriores; segundo, en aquella época la principal fuente de calor eran calefacciones que funcionaban con carbón, material con el que también trabajan las industrias.

Además, algunas versiones indican, incluso, que el gobierno de Inglaterra, después de la Segunda Guerra Mundial, se vio obligado a exportar su carbón de mejor calidad, dejando el de más baja calidad para consumo local.

La combinación de estos factores anteriores provocó que la "niebla" se acumulara de forma inusual en la capital británica. La realidad es que esta nube llegó a ser tan espesa que era casi imposible ver a través de ella de noche, mientras que de día daba una visibilidad de unos cuantos metros. 

Durante estos días, de acuerdo con la BBC, aumentaron los crímenes pues los delincuentes aprovechaban el denso smog para entrar a robar a las casas, negocios o asaltaban a personas en las calles.

Por increíble que parezca, los pájaros chocaban con los edificios y los automovilistas abandonaban sus carros pues no se podía manejar adecuadamente.

"Debido a la baja visibilidad, el tráfico en barcos en el Río Támesis se detuvo. Los vuelos y los viajes en tren fueron cancelados. Incluso, a medio día, los conductores prendían sus luces y sacaban las cabezas por las ventanas del carro para avanzar lentamente dentro de la espesa niebla. Muchos encontraron este esfuerzo inútil y simplemente decidieron abandonar sus carros", relata Christopher Klein en The Great Smog 1952 en History.

Para que te des una idea de la gravedad del asunto, de acuerdo con La Jornada, los habitantes de Londres respiraron "veneno puro" en forma de: 2 mil toneladas de dióxido de carbón, 140 toneladas de ácido clorhídrico, 14 toneladas de compuestos de fluorina y 370 toneladas de dióxido de sulfuro que se convierte en ácido sulfúrico al unirse con oxígeno o agua.

Obviamente una contingencia de este tamaño tuvo consecuencias letales, especialmente para los grupos más vulnerables como niños y adultos mayores, así como personas que tenían problemas respiratorios crónicos o para los fumadores, que por obvias razones ya tenían cierto grado de daño físico.

La cifra de muertes en esos 4 días se estima en 4 mil, aunque, expertos consideran que este episodio cobró la vida de entre 8 y 12 mil personas.

La "Gran Niebla" terminó el 9 de diciembre gracias a la llegada de un fuerte viento del oeste que ayudó a disipar los contaminantes.

LAS CONSECUENCIAS

Después de esta crisis ambiental, en Londres se aprobaron leyes que restringieron el uso del carbón y fomentaban el gas para uso doméstico.

Sin embargo, relata Brian Fagan en El País, esto no fue suficiente pues 10 años después, en 1962, vivieron otra gran crisis de smog.

"Yo tuve la mala suerte de vivir en Londres en aquel entonces. La visibilidad era casi nula y el aire tenía un espesor de puré y olía a aceite requemado", recuerda.

En esta segunda crisis londinense el número de muertes fue de 750 personas.