Para Xóchitl Gálvez el huipil no es un ornamento electoral. Las múltiples denuncias que ha presentado contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y el partido Morena tampoco lo son.
Su personalidad la ha forjado desde hace años: gusta de viajar en bicicleta, se dice orgullosa de sus orígenes indígenas y de venir de la ‘cultura del esfuerzo’.
Criticada por López Obrador, lo mismo por vender gelatinas o tamales en su juventud, que por tener dos empresas de tecnología, la senadora panista ha atraído los reflectores, tras su destape como aspirante a candidata presidencial del Frente Amplio Por México, que aglutina a los partidos PAN, PRI y PRD, así como algunas organizaciones de la sociedad civil.
Este empuje y los reflectores que la exalcaldesa de Miguel Hidalgo ha acaparado, han hecho que sus propios compañeros de contienda, como el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid, reconozcan la existencia del ‘fenómeno Xóchitl Gálvez’, pero según especialistas en materia electoral… ¿es real?
Los especialistas coinciden en que una figura como Xóchitl Gálvez, perfila a una contienda más cerrada y democrática para la elección presidencial de junio del 2024.
“Sí podemos hablar de un ‘fenómeno Xóchitl Gálvez’ (...) Su popularidad, su estilo franco, directo, que hable con groserías y la forma de vestir, sí le dan para ser candidata del Frente. Si ella es la elegida, es un buen arranque en la contienda, pero no sé si eso le dé para ganar la elección presidencial”, señala Esperanza Palma, profesora investigadora del departamento de Sociología de la UAM Azcapotzalco y miembro de la Red de Politólogas.
Un punto que llama la atención en el análisis a la figura de Gálvez, es que lo que la hace potencialmente atractiva, es que no representa los valores tradicionales de dos de los partidos que la abanderan: el PRI y el PAN.
“Creo que sí hay un fenómeno mediático en torno a la figura de Xóchitl Gálvez, entre todos los candidatos de la oposición es la única que tiene una personalidad lo suficientemente espontánea para tener un público más amplio que el común de la oposición”, explica Fernando Dworak, analista y consultor político.
Javier Rosiles, investigador en procesos electorales y partidos políticos, considera que la popularidad de Gálvez podría explicarse como un desarrollo común en los procesos electorales, que se da cuando un perfil relevante se va definiendo en una elección de esta envergadura.
“Xóchtil Gálvez se encuentra ahorita en la burbuja. Considero que es natural que, si durante muchos meses no hubo un candidato claro de la oposición, ahora que se va definiendo, haya un aumento de su popularidad”, dice.
Xóchitl Gálvez ha puesto sobre la mesa las cualidades que las mismas ‘corcholatas’ de Morena, partido en el poder, le envidian: su origen humilde, su identidad feminista y la manera en que llegó a su primer cargo público, gracias a un ‘concurso’ de nuevos talentos en el sexenio del presidente panista, Vicente Fox.
Para Lorena Vázquez Correa, investigadora legislativa, hay una serie de razones para afirmar que el ‘fenómeno Xóchitl Gálvez’ sí existe.
“A pesar de ser senadora de la bancada panista, es un “perfil de unidad”, que políticamente se ubica más en el centro y no en la extrema derecha, lo cual es significativo en una alianza donde también existe un partido de izquierda (el PRD)”, opina.
Vázquez Correa destaca que la aspirante panista tiene una postura de política pública que reconoce y valora la justicia social, lo que podría atraer al electorado de Morena que no se sienta satisfecho con el perfil que elijan los morenistas y sus aliados.
“Es la candidata que más llamó la atención del partido en el poder y del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien incluso le ha arrebatado en ocasiones la tradición de imponer agenda en sus conferencias ‘mañaneras’. Ahora AMLO es el que reacciona a lo que Xóchitl Gálvez hace o dice”, expone.
Esperanza Palma considera que el perfil de Xóchitl se ajusta más a lo que Morena quisiera llevar a las boletas electorales, en lugar de tener como aspirantes, en su mayoría a políticos de cunas privilegiadas.
En este sentido, Javier Rosiles menciona que hay una pequeña ‘trampa’, pues las ‘cualidades’ en torno a su estilo no gustan del todo a las alas tradicionales del panismo, que de entrada debe respaldarla, por ser el partido al que representa.
La popularidad de Xóchitl Gálvez ha ido despuntando a raíz de una serie de dimes y diretes con López Obrador, que incluso han trascendido a lo legal, con denuncias en contra de uno o del otro.
Incluso, ella misma considera que el punto de quiebre ocurrió a principios de junio, cuando el Presidente le prohibió el paso a su conferencia matutina, donde un mandato judicial le permitía hacer válido su derecho de réplica, ante comentarios de López Obrador en su contra.
Fiel a su estilo, Gálvez se ha tomado las cosas con humor: “primero me cerró las puertas y ahora no deja de hablar de mí. ¿Será que ya es ’xochitlover’ o soy su crush?”, dijo el pasado 8 de julio.
Primero me cerró las puertas y ahora no deja de hablar de mí.
— Xóchitl Gálvez Ruiz (@XochitlGalvez) July 8, 2023
¿Será que ya es @xochilove_rs o soy su crush? 😍#XóchitlVa pic.twitter.com/J8fSSZt2pe
En este contexto, los especialistas consideran que las disputas con el Presidente sin duda la han impulsado en su visibilidad mediática, no obstante ello implica un riesgo.
“Parece que no está destacando por su liderazgo o por sus ideas, que no está articulando un liderazgo propio, sino está haciendo una comparsa del Presidente y eso no estoy seguro si al corto plazo le va a alcanzar para construir una imagen propia”, indica Dworak.
