Xóchitl Gálvez, aspirante presidencial del Frente Amplio por México, considera que el 'superpeso' es perjudicial para la economía mexicana, argumentando que la moneda está siendo apuntalada de manera artificial por las tasas de interés récord del Banco de México.
“El superpeso tiene que ver con las altas tasas de interés en nuestro país y no está siendo del todo positivo para la industria de la exportación”, dijo este jueves en una entrevista con Bloomberg.
“Yo creo que lo que tenemos que tener es un peso que realmente represente lo que está pasando económicamente”, añadió.
El peso mexicano se ha disparado más del 50% entre el punto álgido de la pandemia a principios de 2020 y julio, el repunte más fuerte de una moneda mundial principal durante ese período.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho repetidamente que la fortaleza del peso es prueba de que la economía mexicana está bien bajo su Gobierno, una opinión que, según Gálvez, recuerda a tiempos pasados.
La moneda azteca perdió un poco de terreno en los últimos días, con una caída a 17.58 por dólar, debido al nerviosismo del mercado sobre la posibilidad de que Estados Unidos mantenga las tasas de interés altas por más tiempo y la debilidad de la economía china.
La senadora panista dijo que el banco central necesitaba recortar las tasas desde el 11.25% actual para impulsar la inversión.
“No va a haber inversión productiva en el país mientras las tasas de interés estén tan arriba. Entonces hay que empezar a bajar las tasas de interés”, dijo, añadiendo que los empresarios no tienen ningún incentivo para invertir en la economía real mientras puedan ganar alrededor del 12% de interés sobre bonos locales.
Banxico aún no ha llegado al punto de comenzar a discutir una reducción en su tasa de interés, dijo la gobernadora, Victoria Rodríguez, la semana pasada, lo que indica que las tasas récord se mantendrán en el futuro previsible.
Xóchitl Gálvez dijo que no tenía en mente un valor ideal para el peso, pero quería “una tasa de interés que te permita crecer”.
A pesar de representar al partido conservador PAN en la coalición, se describió a sí misma como de “centroizquierda”.
