La nueva administración que gobierne a los pocos más de un millón 850 mil habitantes de Quintana Roo deberá lidiar con las tres grandes problemáticas que enfrenta la entidad: inseguridad, atención al medio ambiente y pobreza extrema.
Conocida como la joya turística de México, a pesar de representar únicamente el 2.3% del territorio nacional, Quintana Roo no logró superar la presencia del crimen organizado con el gobernador panista Carlos Joaquín González. Tampoco terminó con la "plaga" del sargazo y, por si faltara algo, la pobreza se agravó en los últimos años.
La entidad conformada por apenas 11 municipios es centro de disputa política, entre otras cosas, por los grandes ingresos que genera vía actividades turísticas.
INSEGURIDAD
En materia de seguridad, Quintana Roo ha tenido una descomposición marcada por la presencia de grupos del crimen organizado. En 2019 se alcanzó el pico de homicidios dolosos, con 796 en todo el año, un promedio de 66 por mes, 2.2 por día. En lo que va de 2022 (enero-mayo) han matado a más de 200 personas.
Muchos de estos casos son considerados de alto impacto porque ocurrieron de día, en playas u hoteles, y en presencia de turistas, algunos de los cuales fueron objeto de los ataques.
Uno de los incidentes más recordados ocurrió el 21 de enero cuando se registró una balacera en el hotel Xcaret, en Cancún, lo que dejó dos personas muertas y una lesionada. Cuatro días después, el empresario argentino Federico Mazzoni, gerente de Mamita’s Beach Club, fue asesinado en su centro de trabajo.
Tres semanas después, el 19 de febrero dos personas fueron ejecutadas y una más resultó herida en el restaurante el Art Beach, uno de los más lujosos de Tulum; y el 12 de marzo fue asesinado en Playa del Carmen un empresario inglés.
De acuerdo con cifras del INEGI, al cierre de 2020, en Quintana Roo el 66.9% de la población mayor de 18 años considera la inseguridad como el problema más importante que aqueja a la entidad.
En febrero de este año, la organización México Evalúa registró que el homicidio no es el único delito que repuntó sino también las extorsiones, saqueo a embarcaciones, narcomenudeo, entre otros.
SARGAZO
Para una entidad que vive prácticamente del turismo, un problema ambiental como el sargazo es una de las peores pesadillas para sus habitantes y gobernantes.
Desde el año 2015, las costas se han visto afectadas por cantidades masivas e inusuales de sargazo pelágico, donde 2018 y 2019 fueron los años de mayor arribo.
Se trata de algas flotantes de color marrón que crecen rápidamente y llegan a duplicar su masa y peso en un periodo de hasta 18 días.
De acuerdo con la UNAM, para contener al sargazo existen tres estrategias: “poner barreras cerca de las zonas a donde puede arribar, sacarlo del agua con unas embarcaciones especializadas conocidas como sargaceras y recolectarlo directamente de las playas”.
Sin embargo, este año las autoridades reconocieron que el arribo ha sido “muy diferente” a los periodos anteriores, pues hasta ahora han recolectado cerca de 19 mil toneladas, una situación que afecta directamente al turismo y las de Quintana Roo, consideradas como unas de las mejores de México.
“Este año el arribo de sargazo ha sido muy diferente a los años anteriores, es un fenómeno que la única manera es tratando de evitar que llegue a las playas y de alguna u otra manera estamos tratando de evitar que llegue”, señaló Rafael Ojeda, secretario de Marina, durante una rueda de prensa matutina esta semana en Palacio Nacional.
Además de la contención, otra problemática surge al retirar el sargazo de las playas y colocarlo en calles o terrenos baldíos. Esto ocurre porque la entidad no cuenta con sitios adecuados para la disposición final de la alga.
POBREZA EXTREMA
La tercer problemática más fuerte que enfrenta Quintana Roo es es incremento de la pobreza extrema.
En la entidad, el número de personas en situación de pobreza pasó del 30 por ciento en 2018 a 47.5 por ciento para el 2020, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En términos de pobreza extrema, aquella donde se presentan tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta básica, pasó del 3.8 por ciento en 2018 al 10.6 por ciento en 2020.
Las carencias que registraron los datos más alarmantes se presentan en materia de acceso a la seguridad social, donde subió de 44 por ciento a 48 por ciento, mientras que, en alimentación nutritiva y de calidad, registra un incremento de 20 por ciento en 2018 al 29 por ciento en 2020.
A estas privaciones le siguen acceso a servicios de salud, actualmente en 24.8 por ciento, cuando antes se ubicaba en 15.6 por ciento.
De acuerdo con Coneval, Quintana Roo tenía antes de la pandemia a un tercio de su población en pobreza laboral, pero ahora se encuentra en esa situación más de la mitad de la ciudadanía, con alrededor del 52 por ciento.
