El 11 de enero, en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México, ocurrió un trágico doble asesinato que dejó una familia destrozada y a cientos de personas exigiendo justicia. Las hermanas Alejandra y Andrea Ávalos Gutiérrez, de 22 y 28 años respectivamente, fueron atacadas frente a su domicilio, presuntamente por Rawin, expareja de Ale, y Sebastián, su tío, quienes aún permanecen prófugos.
Todo comenzó cuando dos mujeres llegaron a la vivienda de las hermanas, ubicada en la colonia Transportistas. Con “mentiras e insultos” lograron que Alejandra saliera. A pocos metros de la casa, las esperaba Sebastián, armado y acompañado de Rawin, quien conducía el vehículo. Según testigos, intentaron forzar a Alejandra a subir al automóvil, pero los gritos de la joven alertaron a su hermana Andrea y a su madre, María Teresa Gutiérrez, quienes acudieron en su defensa. También intervino un tío de las jóvenes, Eduardo.
En ese momento, Sebastián disparó contra la familia. Andrea recibió varios impactos y falleció al instante en la entrada de la casa. Alejandra fue alcanzada por un disparo en la cabeza y trasladada de urgencia a un hospital, donde perdió la vida al día siguiente. María Teresa sobrevivió con una herida leve, mientras que el estado de salud de Eduardo no fue divulgado.
El colectivo Nos Necesitamos Juntas México AC, que acompaña a la familia en su lucha, denunció que, además de Sebastián y Rawin, participaron al menos cinco personas más en el crimen, quienes presuntamente ayudaron a golpear y someter a las jóvenes. También hizo un llamado a las colectivas feministas para difundir la versión correcta de los hechos y continuar exigiendo justicia.
Los cuerpos de Alejandra y Andrea fueron sepultados discretamente el 13 de enero, sin velorio ni cortejo fúnebre, por temor a represalias de los agresores. La familia de las víctimas interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, donde el caso de Andrea fue tipificado como homicidio y el de Alejandra como feminicidio.
Hasta ahora, las autoridades no han logrado capturar a los responsables, pero la familia y los colectivos insisten en su demanda: justicia plena para Alejandra y Andrea.