Noriko Dallana soñaba con convertirse en enfermera y estaba a nada de lograrlo, pero dos balazos en la cabeza, justo afuera del hospital donde hacía su servicio social, le quitaron sus sueños y su vida.
Los presuntos culpables son Gregorio, su exnovio y quien no dejaba de acosarla, así como Sebastián, su actual novio, con quien la vieron por última vez.
Ambos se encuentran prófugos, mientras que su familia y amistades alzan la voz para pedir justicia y que el feminicidio de Dallana no se quede en los expedientes de la impunidad.
De acuerdo con Jorge Brayan Quezada, hermano de Noriko Dallana, Gregorio la acosaba desde que ambos eran estudiantes y luego en el lugar donde realizaba su servicio social, en el hospital General de Zona 36 del IMSS en Coatzacoalcos, donde fue asesinada.
“Se le tuvo que enseñar a manejar porque en la parada de camiones la estaba acosando en todo momento (…) ella hizo todo lo que tenía que hacer”, contó.
Sobre la posible responsabilidad de Sebastián, testigos han contado que ambos jóvenes fueron vistos platicando de cerca antes del crimen. Además, los dos están prófugos, pues no se sabe nada de su paradero.
“Muchos dicen que los dos estaban hablando antes de lo sucedido, estaban hablando los dos en una esquina por el hospital, entonces pueden ser cómplices. Sebastián era el novio actual de mi hermana”, dijo el hermano de la joven.
EL ASESINATO DE NORIKO
Los hechos ocurrieron el viernes 19, cuando Noriko se encontraba platicando con Sebastián, su novio, afuera del hospital. Inesperadamente llegó Gregorio, su exnovio y la atacó.
Tras los hechos, la joven ingresó grave al hospital donde intentaron intervenirla pero finalmente falleció.
Desde el mismo viernes, la Fiscalía General del Estado emitió un boletín donde indicó que había una investigación pero calificó el hecho como “crimen pasional” sin mencionar el feminicidio. Eso causó molestia de las activistas quienes calificaron el comunicado de revictimizante y una muestra de las fallas institucionales.}
A fin de pedir justicia expedita, este domingo cerca de dos centenares de personas hicieron una manifestación en Coatzacoalcos.
La familia pide justicia. Por eso aprovecharon la visita de la gobernadora electa a Coatzacoalcos, para reunirse con ella al término de su mitin y donde ella prometió que llegará la esperada justicia.
