Atil: El municipio de Sonora al que la inseguridad dejó sin policías ni maestros

La alcaldesa Yolanda Castañeda denunció que en su terruño se están quedando sin víveres ni empleos
La alcaldesa Yolanda Castañeda denunció que en su terruño se están quedando sin víveres ni empleos
Atil.La alcaldesa Yolanda Castañeda denunció que en su terruño se están quedando sin víveres ni empleos
Especial
Guillermo Frescas / Corresponsal
2023-12-19 |20:42 Hrs.Actualización20:42 Hrs.

A inicios de esta semana, corrió fuerte el rumor de la renuncia de la alcaldesa de Atil, municipio al norte de Sonora que vive una crisis de seguridad. El gobernador Alfonso Durazo desmintió el bulo, pero la propia Yolanda Castañeda afirma que "cuenta los días para que concluya su mandato".

A decir de la misma presidenta municipal, la situación de inseguridad es insostenible, a tal grado que la población de está quedando sin reservas de alimentos y de combustible;  muchos han emprendido el exilio, incluyendo maestras de primaria y policías.

La alcaldesa del pequeño pueblo denunció ante la opinión pública, a través de varias entrevistas en medios estatales, la situación de inseguridad que se vive en esa zona, generada por la pugna entre grupos delictivos.

Nos estamos quedando sin mercancía en las tiendas; a la gente le da miedo traer provisiones y surtirlas. Tenemos que ir a Altar o Caborca, a 30 y 60 kilómetros a traer los alimentos o diésel, que tampoco tenemos”, dijo vía radiofónica.

Añadió que muchos ciudadanos que antes llevaban mercancías de otros municipios aledaños dejaron de hacerlo ante las amenazas de los delincuentes, por lo que han dejado de surtir víveres al poblado.

A decir de Yolanda Castañeda, municipios vecinos como Oquitoa, Tubutama y Saric se encuentran viviendo una situación similar que tiene a la gente al borde de la desesperación.

Refirió que ella misma ha sido interceptada por hombres armados, incluso hasta en dos ocasiones en un solo día, y ha tenido que identificarse como maestra y no como alcaldesa del municipio, por temor a ser agredida o que le quiten su vehículo.

Denunció que en el municipio a su cargo no hay policías, y el comandante, que era el comisario de seguridad pública en la zona, renunció hace un mes y medio por no haber acreditado el examen de control y confianza.

Hace más de un mes que en Atil no hay clases, porque las maestras se fueron y las familias no salen de sus casas. Tampoco hay servicios médicos pues no hay doctores y la única enfermera que había, tuvo que abandonar el lugar por petición de su jurisdicción de salud, debido a la inseguridad”, dijo en entrevista.

La alcaldesa pidió al gobernador Alfonso Durazo que atienda también a los municipios pequeños, al tiempo que aseguró que no piensa renunciar a su cargo, advirtiendo que no es cobarde, aunque reconoció que cuenta los días para que termine su mandato.