Integrantes de la Comisión Independiente de los Derechos Humanos (CIDH) colocaron una ofrenda gigante con cruces rosas para las mujeres que fueron víctimas de feminicidio en la entidad, para señalar que el este delito es una pequeña parte visible de la violencia hacia las mujeres y niñas.
En lo que va del 2022, se tiene el registro de 80 asesinatos de mujeres en diversas circunstancias, sin embargo la Fiscalía Especializada en Feminicidios sólo contempla 28, pues son los que reúnen las características para considerarlos como feminicidios.
“El feminicidio sucede como culminación de una situación caracterizada por la violación sistemática de los derechos humanos de las mujeres, su común denominador es el género. Las niñas y las mujeres son violentadas con crueldad por el único hecho que son mujeres y sólo en algunos casos son asesinadas como culminación de dicha violencia, pública o privada, hoy estamos aquí para conmemorar y para recordar a las mujeres que son asesinadas, que no tenían ninguna enfermedad y que no tenían necesidad de morir”, expresó en este marco, Juliana Quintanilla, vocera de la CIDH.
Las cruces de cempasuchil y las de color rosa se colocaron en las letras gigantes de Cuernavaca, en la Plaza de Armas, para que la ciudadanía no olvide que en la entidad las mujeres han sido asesinadas y que en 10 municipios está decretada la Alerta de Violencia de Género y con la finalidad de que el feminicidio, se detenga en el estado.
A la par de esta manifestación colectivos de mujeres marcharon de la zona de El Calvario hasta el Zócalo de la capital morelense y colocaron un manteado en color morado, para visibilizar los 311 rostros bordados de los feminicidios que han existido en Morelos del 2010 al 2022.
“Hemos bordado los rostros de las 72 mujeres que han sido asesinadas en lo que va del 2022, por la omisión de búsqueda de la verdad y la justicia”, expresó una de las voceras de los colectivos.
Al considerar que el día 28 de octubre se recuerda a las víctimas de muertes violentas, se colocó esta manta en memoria de las mujeres que fueron privadas de la vida a manos de sus agresores y se instaló frente a la Catedral de Cuernavaca, para que no se olvide sus nombres y sus rostros.
El feminicidio que simbró a la sociedad morelense, ocurrió el pasado 5 de octubre, cuando en el estacionamiento de una farmacia en Cuernavaca, fue asesinada a balazos la diputada Gabriela Marín, quien tenía dos meses en el cargo y quien había sostenido un enfrentamiento jurídico por la curul, con el exdiputado local, Roberto Yáñez.
Del caso de Gabriela Marín hasta el momento la línea de investigación que arroja, es el móvil político, pero a casi un mes de su feminicidio, apenas s tiene identificado el rostro de uno de los sicarios que le dispararon ese día.
El pasado 27 de marzo, fue encontrada sin vida, la jóven de 24 años, Evelin Afiune, cuyos familiares reportaron como desaparecida después de que no llegó a casa, tras acudir a una entrevista de trabajo en una cafetería de Cuautla, luego de que un hombre de nombre Greek “N” o Juan Carlos “N”, quien fue detenido en Veracruz, en donde ya había huído tras asesinar a otra joven en Puebla.
Un caso más que causó indignación y coraje entre los morelenses es el de Margarita Ceceña, la joven madre de 30 años que por la disputa de un terreno en la zona de la ExHacienda de Santa Inés en Cuautla, fue quemada viva por sus propios familiares y, después de 24 días internada, falleció.
Asimismo, en enero de este año, asesinaron a la activista Ana Luisa Garduño que llevaba cerca de 11 años buscando a su hija que fue asesinada por su novio, sin embargo la Fiscalía General del Estado reveló que el móvil apunta a un posible asalto.